![«Me engancha la adrenalina de cantar en directo y que cada actuación sea diferente»](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2024/04/28/ala-carmina-burana2-kM7H-U2102223465524wLC-1200x840@El%20Correo.jpg)
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La soprano Amparo Navarro ha ligado prácticamente toda su carrera profesional a La Fura. Desde su estreno hace 14 años, ha formado parte de este espectáculo. Afirma que como cantante y artista es «un reto». «Vocalmente supone un trabajo extremo. Hay que romper clichés sobre ... lo que es interpretar una obra».
- Es un trabajo en el que se entrega por completo. ¿Esto requiere mucha preparación?
- Como cantante que te dedicas a esto todos los días tienes tu preparación, pero sí es verdad que no esperas que un director de escena te pida cosas como las que te pide Carlus Padrissa.
- ¿Por ejemplo?
- Bueno, es una locura. Cantar colgada de una grúa de tres metros, por ejemplo. Hacerlo colgada de un arnés requiere cierta preparación y, sobre todo, experiencia, porque hay que saber cómo reacciona tu cuerpo y poder emitir bien la voz. Pero llevo mucho tiempo y sé lo que supone. Es más una cuestión atlética que de física vocal, aunque también tiene sus problemas. Vocalmente es un trabajo extremo. Para hacer todo lo que nos exige Padrissa hay que ser fuertes y romper cualquier cliché sobre lo que es interpretar una obra.
- ¿Desde que se estrenó la obra ha habido una evolución en la interpretación o en toda la obra en sí?
- A nivel solista no tanto, porque desde el principio tuvimos que ponerle un poco de interpretación, aunque luego eso haya ido aumentando. Pero, por ejemplo, el coro, en un principio estaba estático, apenas se movían del sitio en el que se encontraban. Ahora en cambio, es más protagonista. Interactúan e interpretan mucho más. A medida que el espectáculo ha ido evolucionando, el escenario ha cobrado más vida. Los bailarines también han sido una incorporación más. Al inicio eran las chicas del coro quienes hacían esa parte y luego volvían a su sitio.
- 14 años después, la obra sigue alzándose y triunfando. ¿Esperaba este éxito y esa trayectoria?
- No, la verdad. Pero como el espectáculo ha ido evolucionando, y ya de primeras era tan innovador... Mirándolo en retrospectiva no extraña tanto. Además, con una dirección de escena de Carlus Padrissa y el sello de La Fura dels Baus, esta obra es impresionante. Creo que este espectáculo se va a convertir en un gran clásico.
- ¿Cuál es la filosofía de esta obra, qué pretende transmitir al espectador?
- El mensaje es nada más y nada menos que una alegoría a la vida, al amor, a la juventud, al despertar de los sentidos en todos los aspectos. Estamos hablando de unos poemas de hace 800 años, de los frailes Goliardo, que eran nómadas. Aunque durante los viajes fueron clérigos, no dejaron de ser hombres y sucumbieron a la vida en general. Es una llamada a la vida que ellos, como clérigos, no podían disfrutar. Aunque algunos de ellos sí se saltaron las normas y lo hacían porque iban de un monasterio a otro y veían la vida mundana, que es lo que ha quedado registrado en los poemas.
- ¿Se siente más cómoda en representaciones de obra de ópera clásica o en estas como la de 'Carmina Burana'?
- En cualquier actuación que hay delante de un público me siento cómoda, porque es mi entorno. Me gusta toda interpretación que incluya espectadores; la interacción con ellos, escucharlos respirar, ver cómo reaccionan. Me gusta sentir el 'feedback' con ellos, y percibir cómo cada actuación es diferente, porque es lo que tiene el teatro y el directo. Ese punto de adrenalina como artista me gusta mucho. No puedo decir que me guste más una cosa u otra, no sería honesto. Prefiero decir que me gusta cualquier actuación que conlleve una interacción con el público.
- ¿La Fura es sinónimo de excentricidad, innovación, transgresión, incluso hay mucha expectación al respecto. ¿Siente la presión de cumplir con las expectativas de los espectadores?
- He estado haciendo el programa desde 2009, desde que se estrenó. Entonces he conocido a públicos de todo el mundo, desde Argentina hasta Armenia, Taiwán; o sea, muy variados. Y dentro de nuestro país el espectador también es muy diferente. Creo que no les defraudará, porque la reacción de todos es exactamente la misma; sorpresa, pero satisfacción. Es un espectáculo que impresiona mucho. Aunque sí es verdad que puede que haya gente que no lo entienda y no le guste, pero prometemos que no dejará indiferente a nadie.
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