Emilio Sagi montará un show en el Arriaga con 'Luna de miel en El Cairo'

La Sinfónica de Bilbao, a las órdenes de Miquel Ortega, le extraerá todo el jugo a la partitura, con 50 músicos y un puñado de instrumentos (tres saxos, batería, vibráfono y piano) que se las arreglarán para imprimir swing a las coreografías y bailes que sacarán brillo y chispas al suelo del escenario. «Fui extremadamente feliz como director artístico del Teatro Arriaga, entre 2008 y 2016. Un gran periodo de mi vida; con este montaje, de alguna manera, quiero devolver toda esa alegría», confesaba este jueves Emilio Sagi en rueda de prensa, rodeado de gran parte del elenco que dará vida a la historia concebida por él mismo para esta producción, estrenada hace cuatro años en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.

El libreto original, de José Muñoz Román, «es un culebrón muy poco digerible, se ha quedado obsoleto; yo me he permitido hacerle un 'lifting', además de añadir bastante de mi cosecha». ¿En qué consisten exactamente los cambios? De entrada, conviene saber que los 90 minutos del espectáculo, repartidos en dos actos, recrean en esta versión los ensayos de una compañía teatral que está preparando 'Luna de miel en El Cairo'. Los protagonistas son artistas españoles y de posguerra, con un vestuario que recuerda las películas de Gene Kelly y Debbie Reynolds. No faltan chalecos de rombos, sombreros canotier, faldas con godets, lazos en el pelo..., como fogonazos coloristas mientras se canta lo mismo un fox-swing que un corrido mexicano.

La vistosidad y exotismo se disparan cuando, en la segunda parte, todo el mundo se enfunda los trajes orientalizantes y de pedrería de la obra que están trabajando. «La estética se vuelve entonces muy 'pompier', con tocados de plumas, pirámides de atrezzo y mucha locura... Hay energía y vitalidad en cada escena. Es algo que transmite la música de Alonso. Tenemos que reivindicar el género de la revista. En este sentido, me llena de orgullo contar con profesionales de la lírica como Beatriz Díaz, David Menéndez, Mariola Cantarero, Itxaro Mentxaka...», apuntaba ayer Sagi.

Los reflejos para cambiar de registro, ya sea ópera, zarzuela, comedia musical o vodevil, no están al alcance de todos los intérpretes. Cuestión de gustos; o también de limitaciones de los propios cantantes. En el caso del plantel que la próxima semana tiene previsto saltar a escena, se trata de habituales en los montajes del director de escena asturiano. Hay complicidad y mucha química entre todos ellos. Algo imprescindible para llegar con buen pie hasta el final de «una chifladura fantástica» que incluirá guiños al País Vasco, con un tenor llamado Eneko Gorostiza (que será Alberto Núñez) y hasta un zortziko inesperado... Era de esperar. Sagi siempre mima al público local y es conocida la debilidad del maestro Miguel Ortega por la magia. ¿Cómo no sacar un as de la manga?