Un documental sobre Bilbao da voz a once figuras de la música que hablan del Covid

El coronavirus ha desgarrado el tejido social, económico y cultural de Bilbao. La situación de 2020 no era perfecta, pero está claro que ahora ha devenido sangrante. «De todo esto saldremos diferentes. Mejores, yo diría que probablemente sí. Por la sencilla razón de que nos ha obligado a reflexionar», apunta en el documental Maite Aurrekoetxea, directora del Conservatorio Juan Crisóstomo de Arriaga. Entre otras propuestas, por ejemplo, destaca la que señalan Erik Nielsen, responsable musical de la Sinfónica de Bilbao, y el gerente de la Sociedad Coral, Íñigo Alberdi. Ambos apuestan por un replanteamiento de los horarios y la duración de los conciertos.

En definitiva, no es de recibo ofrecer un viernes por la tarde una obra mastodóntica como la Séptima de Bruckner. A lo mejor tiene más sentido un domingo por la mañana. Nielsen y Alberdi abogan por ajustar la oferta a la sociedad del siglo XXI. Una puesta al día que también defiende el periodista de EL CORREO César Coca, al considerar oportuno «reforzar con medios audiovisuales la parte de espectáculo en óperas y conciertos». Por su parte, el director artístico de la ABAO, Cesidio Niño, reivindica «las propuestas escénicas potentes, siempre que no se descontextualice lo que se está viendo en el escenario».

La experiencia en vivo no tiene parangón. En eso, todos los expertos están de acuerdo, lo mismo el chelista Asier Polo que Calixto Bieito, director de escena y responsable artístico del Arriaga. Las actuaciones emitidas vía 'streaming', muy populares durante el confinamiento, son un arma de doble filo. Si bien, concede Juan Carlos Matellanes, presidente de la ABAO, «pueden ayudar a captar nuevos públicos», en última instancia solo favorecen a los titanes de la industria musical, ya sea la Filarmónica de Berlín o la Bayerische Staatsoper de Múnich.

En periodos de crisis más que nunca los presupuestos deben medirse al máximo, como recalca José Rafael Pascual Vilaplana, director de la Banda Municipal: «La cultura debe tener un precio justo, razonable y equilibrado». No puede ser gratis, pero tampoco puede valer su peso en oro. Hay que favorecer su consumo y disfrute, como parte fundamental de la educación ciudadana. Un proceso que abarca a niños y mayores por igual, recuerda la soprano Vanessa Goikoetxea.

Corren tiempos muy duros, pero la compositora María Eugenia Luc tiene confianza: «Piaget decía que la inteligencia es la capacidad de adaptación del individuo; pues bien, yo creo que no nos falta y construiremos a partir de aquí». Una ilusión que hace suya el director del documental, Joseba Lopezortega, apelando al espíritu de una ciudad que en su día apostó por instituciones como el Arriaga, la Coral, el Bellas Artes, el Guggenheim... «Ahora la prioridad es mantenerse a flote, pero no olvidemos encender las luces largas. Pensemos en el futuro».