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NAHIKARI CAYADO
Domingo, 8 de diciembre 2019, 22:51
«Lo que vendemos estos días no tiene nada que ver con lo que ocurre el resto del año», admitía ayer Ritxi Aizpuru de la ... discográfica Baga Biga. La Azoka de Durango, que ayer cerró sus puertas con 110.000 visitantes sin contabilizar el registro de la tarde, «es una oportunidad única y muy especial». La presencia de intérpretes es, para Ángel Valdés de Elkar, un importante atractivo para engrosar las ventas, que se resienten a lo largo del año. Sin embargo, y aunque pueda parecer paradójico, considera que la música goza de buena salud. La cuestión es que «los hábitos han cambiado. El consumo de la música ha subido una barbaridad, sobre todo en streaming». Esta situación les ha llevado a iniciar un proceso de metamorfosis. «Nos estamos reinventando, tenemos que adaptarnos a los nuevos tiempos». admitió el responsable de Elkar. En algunos de los stands ya se vendían discos a través del código Qr. «Es lo que toca, a lo mejor el año que viene nos presentamos con pendrives», apuntaba Valdés.
La opinión de las discográficas presentes en la 54 edición de la Azoka, era corroborada por Juanjo Allur, el investigador de la empresa Siadeco que desarrolló el pasado año el estudio de impacto económico. Los resultados, que se dieron a conocer ayer, desvelan que los expositores consiguieron en cinco días una media del 22% de su facturación anual. Los discos acapararon un 30% de las compras frente al 60% de los libros.
El gasto que los visitantes realizaron en el pabellón multiusos de Landako a lo largo de la 53 edición se elevó a un total de 1.737.000 euros a lo largo de los cinco días que en aquella ocasión duró la Azoka, que se ha reducido a cuatro jornadas en la última edición. Sin embargo el impacto económico que genró se elevó a 5,8 millones de euros, volumen que incluye el impacto directo, indirecto e inducido. Desde Gerediaga Elkartea, promotores de del importante escaparate de la cultura vasca, destacaron que crea un impacto nueve veces superior al gasto que genera, que ronda los 655.000 euros y da empleo a 1.060 personas.
El estudio recoge también que nueve de cada diez visitantes son euskaldunes. La mayoría cuenta con menos de 45 años. Un 47% se encuentra entre la franja de 26 a 45 años, mientras que el 20% está entre los 18 y 26 años. Con una mayor presencia de mujeres, todas las personas que participaron en la encuesta reconocieron que acuden a Durango con el objeto de «impulsar el euskera y la cultura, disfrutar del ambiente y tener información directa de los productos culturales».
5,8 millones de euros es el impacto económico que generó la Azoka en 2018.
110.000 visitas se ha contabilizado en las cuatro jornadas , sin el registro de ayer por la tarde, de este año.
El gasto medio de las personas que consumen en la Azoka se eleva a 77 euros, de los que la mayor parte, 49 euros, se invierten en el interior de Landako Gunea. En la hostelería, comercios y servicios de la villa duranguesa dejan una media de 28 euros por persona. Por géneros, la mayoría de las mujeres se inclinan por la adquisición de libros y material escolar, mientras que los hombres tiran más de los productos discográficos.
La mitad de las 710 personas visitantes que han tomado parte en esta encuesta admitió que aprovecha la Azoka para adquirir los regalos para la Navidad. Sólo un 21% de ellas reconoció su intención de adquirir libros fuera de este recinto, mientras que un 10% se mostró dispuesta a comprar algún disco.
Más alla de los datos económicos, Gerediaga ha querido destacar que la riqueza, más que en los números, está en el valor de la feria. «Si nos basamos en el lema de este año, todos y todas somos parte de un ecosistema especial. Pero para que este ecosistema no sea un mero oasis, el reto es darle vida todo el año. Para ello, todas las personas que formamos parte de este ecosistema somos imprescindibles», matizaron.
La última edición de la Azoka de Durango ha constatado que cada vez es mayor el gusto del público asistente por la poesía entre los diferentes géneros literarios en lengua vasca que se ofertan en el interior de Landako Gunea. La mayor demanda se ha disparado este año hasta tal punto que la escritora bilbaína Irati Elorrieta, Premio Euskadi de Literatura en euskera, ha conseguido «multiplicar por ocho» las ventas con respecto a la pasada edición.
Desde la editorial Pamiela, Pello Elzaburu, destacaba el renacer tanto del libro de Elorrieta como del de Juan Carlos Etxegoien, también Premio Euskadi de Literatura, con 'Etxera bidean'. En este sentido, la editora de Susa Leire López resaltaba la gran acogida que ha tenido '17 segundo', segundo libro de poemas que ha publicado el escritor de Ondarroa Kirmen Uribe. «En general las ventas han ido bien, todavía no hemos hecho un balance real de lo vendido, pero estimamos que será un resultado parecido al de la pasada edición», señalaba esta última.
Elzaburu, por su parte, mostraba su satisfacción por las ventas que Pamiela ha registrado en la última edición. «Ha sido un éxito rotundo», expresaba el responsable de la editorial, que contaba con un claro protagonista: Bernardo Atxaga. La última novela del escritor navarro, 'Etxeak eta hilobiak', se situó a la cabeza de la lista de ventas.
Pero, sin duda, lo que sigue triunfando en la Azoka es la literatura infantil y juventil, tal y como coincidieron las distintas editoriales.
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