La cabeza de un bebé, cuerpos que parecen espectrales y deformes, la silueta de unas piernas, un tronco, el contorno en forma de almendra de unos ojos. En la gran mayoría de las obras de Natalia Suárez (1994, Vitoria) que se pueden ver en ... Montehermoso se percibe la fisonomía humana entre formas sinuosas que pueden entenderse como un viaje hacia el interior o como abstracciones. «Pintar cuerpos hace pensar en el propio cuerpo, también en otros cuerpos», explica la artista en la hoja de sala acerca de ese nexo común en la exposición 'Diente de leche', unos setenta cuadros y dibujos coloridos en los que siempre hay detalles en blanco, el color que más emplea de su paleta.
Publicidad
Suárez invita a pasear por la muestra sin dar demasiadas explicaciones. «Lo más interesante es verla», apuntaba este jueves en un encuentro con los medios tras esbozar que se trata de obras que ha realizado en su mayoría en los dos últimos años. La artista vitoriana expone por primera vez en su ciudad natal tras haber participado en residencias como la de Tabakalera y haber expuesto en la galería AIRE y en la Sala Rekalde de Bilbao. De alguna manera se salda una deuda pendiente. «Uno de los objetivos es que nuestros artistas puedan disponer de un espacio en la ciudad para exponer y no solo fuera de ella», resaltó Estíbaliz Canto, concejala de Cultura.
En sus creaciones no hay un largo gran proceso previo plagado de bocetos antes de coger el pincel, sino que parte de la intuición y de la búsqueda de un «punto alto de concentración». «No es dejarse llevar, pero tampoco es intentar llegar a algo», reconoce. En el montaje en la sala de la primera planta de Montehermoso, donde se exhiben las pinturas de todo tipo de tamaños, destaca la luminosidad, ya que los ventanales que dan al jardín de Falerina permanecen abiertos.
La muestra que se inaugura este viernes a las 20.00 horas permanecerá abierta hasta el 3 de julio. ¿El título? «Me apetecía encontrar algo que me recordase a algo anatómico. Tras buscar nombre de huesos y músculos apareció este término. Me gustó y me hizo gracia, además 'leche' me resonaba al color blanco, que es el color que más gasto». En torno a esos cuerpos se pueden imaginar paraísos, paisajes llenos de espectros, puertas hacia ninguna parte o laberintos con los que la artista invita al espectador a perderse.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.