«Me ha costado dos años encontrar mi voz y sentir que canto mejor que nunca»

Tras retomar su carrera con el cinemático 'París, Lisboa' (2019) Sobral sublimó aquella 'etapa oscura' en su última entrega multinacional 'bpm' (2021), que en septiembre tendrá su reverso colorista en 'Timbre'. Con la paternidad reciente y aún con la resaca emocional de sus primeros conciertos en Brasil, Salvador regresa para presentarse este viernes en el Serantes Kultur Aretoa de Santurtzi (20.00 horas). Augura desde Portugal un recital con el enfoque improvisado del jazz y el respaldo instrumental de Max Agnas (piano), André Rosinha (contrabajo), Bruno Pedro (batería) y André Santos (guitarra).

- Llega a Santurtzi en vísperas del festival que le lanzó al estrellato.

- No me interesa, nunca lo veo. tampoco lo hice cuando actué con Caetano Veloso cuando al año siguiente de ganar se celebró en Lisboa y cantamos 'Amar pelos dois'. Durante la gala estuvimos hablando de música en el camerino.

- Pero le siguen preguntando por su participación eurovisiva.

- Llegó a molestarme, hasta dejé de interpretar la canción ganadora, que me abrió todas las puertas. Pero ya estoy en paz con eso porque es inevitable. Siento que no tengo derecho a evitar el tema que me ha traído hasta aquí. Sería muy arrogante si lo hiciera.

- Ya tiene preparada la réplica a su álbum 'bpm'. ¿Estrenará canciones en Santurtzi?

- Siempre he tocado las canciones de los discos antes de que salgan, por influencia de jazz, para ver qué arreglos surgen. Pero, como el próximo no será tan jazzístico, creo que tan solo haré el tema de adelanto que he grabado con Drexler, 'Al llegar'. Haremos una mezcla de temas míos, canciones brasileras, alguna improvisación que surja...

Cantar en euskera

- ¿De dónde viene su conexión con Drexler?

- Le descubrí estudiando jazz en Barcelona. Me enamoré de su música y sobre todo de sus letras, de su equilibrio perfecto entre sensibilidad e inteligencia. Su 'Milonga de moro judío' me parece una obra de arte comparable a cualquier película de Wenders.

- Suele invitar al escenario

- A veces me ha pasado que sube alguien que no sabe cantar y lo tengo que echar. Es un riesgo pero me gusta esa participación que hace que cada cita sea especial. Me gusta hacer un poco de teatro, hago jazz, no solo por el estilo. Surgen cosas nuevas entre los músicos y el público. Me encanta el la libertad y el riesgo. Nunca hago dos conciertos iguales. Me aburriría.

- También acostumbra a cantar en muchas lenguas, incluso en euskera.

- Tengo facilidad para los idiomas y creo que he cantado en cerca de treinta, Suelo cantar en la lenguas de todos los sitios que visito. En el Jazzaldia hice en euskera 'Txoria txori' y. en mi último concierto en el Arriaga, canté el himno de Athletic. Ayuda a establecer una comunicación especial con la gente. A veces, por la dificultad de algunos, me arrepiento, pero estoy enganchado a la reacción que se produce. En Santurtzi haré algo diferente que prefiero no anunciar.

- Ha bautizado su próximo disco 'Timbre' ¿Alude el título del disco al sello vocal tan identificable que tiene como cantante?

- Por un lado, sí. He trabajado mucho para tener una personalidad propia, Ahora que todo parece estar inventado, la identidad artística es lo más difícil de encontrar. Luego está también el concepto del timbre como color de la voz y el sonido. El título es una celebración de esa paleta de colores, como el reverso de 'bpm' que fue un disco denso y en blanco y negro, mis marcado por mis miedos y mi oscura experiencia en el hospital.

- Cambió su forma de cantar tras el trasplante que recibió en 2017. ¿Es un artista con un nuevo corazón en todos los sentidos?

- Cuando estaba en el momento duro de postoperatorio me llegó un mail de una cantante de ópera que me confesaba que había tardado dos años en recuperar su voz tras un trasplante. Me dejó deprimido porque yo solo pensaba en cantar cuanto antes. Al poco de recibir el alta en febrero de 2018, ya estaba cantando en bares sin anunciarme. Nadie lo notaba pero yo sentía que no encontraba mi voz. Me ha costado más de dos años sentir que ahora canto mejor que nunca'.

- Descubrió el jazz en su etapa de Erasmus en Mallorca.

- Sí, tocaba en bares cosas de Ray Charles y blues antiguo tipo T Bone Walker y así. Hasta que un guitarrista argentino amigo, Omar Lanuti, me mostró a Chet Baker, Ahmal Jamal y Miles Davis. Como solo sabia cantar, en 2014 me fui a Barcelona a estudiar al Taller de Músics, donde conocí a Leo (Aldrey) que ha sido como mi director musical.

- ¿Coincidió allí con Rosalía?

- Sí. somos de la misma promoción. Yo hice el grado medio y ella el superior. En las jams que hacíamos en bares de Barcelona ya veíamos todos su talento y potencial. Su versión de 'Someone To Watch Over You', un clásico que ha hecho todo el mundo, es la mejor que he escuchado en mi vida. Debería de grabar un día un disco de 'standards' de jazz.

-Su nuevo álbum no saldrá hasta finales de septiembre ¿Qué planes tiene hasta entonces?

-Lo entregué en febrero pero no saldrá hasta que se pueda fabricar el vinilo, no he querido escucharlo desde entonces. Pensaba pasar un verano tranquilo pero hay movimiento y van saliendo bastantes conciertos en España y por Europa. Haré algunos por mi cuenta y otros con Marco Mezquida (pianista) con quien me entiendo muy bien, Para septiembre estaré más parado, me gustaría poder hacer algún directo con Drexler y volver a cantar con Silvia (Pérez Cruz) que es otra voz maravillosa y muy inspiradora.