Los directores de los cortos posaron ayer con el concejal de Cultura y la directora del festival en Azkuna Zentroa. borja agudo

Los cortos vascos se lucen en Zinebi

Los siete títulos que hoy se proyectan durante la gala inaugural muestran la diversidad temática y la variedad formal de la producción

Jueves, 12 de noviembre 2020, 23:36

Los cortometrajes vascos serán los protagonistas de la gala inaugural de la 62ª edición de Zinebi, que tendrá lugar hoy, a partir de las 18.30 horas, en el Teatro Arriaga. La diversidad temática y la calidad formal caracterizan las siete producciones locales que se ... podrán ver y que fueron proyectadas ayer en un pase especial para la prensa. Son tres documentales, dos ficciones y dos animaciones que participarán en la sección oficial, a la que concurrirán sesenta producciones de todo el mundo.

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El pasado y el presente, los conflictos familiares y el absurdo tienen cabida en esta representación de la creación vasca que acude al Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao. Los títulos hablan de cuestiones íntimas, sociales e, incluso, establecen conexiones con el arte contemporáneo. 'Ehiza', a cargo de Hauazkena Taldea, prosigue, medio siglo después, la obra 'Homenaje a Tarzán' de Rafael Ruiz Balerdi, convirtiendo aquella radical propuesta estética en una visión crítica de nuestro tiempo. 'Zerua blu', de Lur Olaizola, habla de la capacidad del cine para cambiar la vida de las personas, mientras que 'Quebrantos', firmado por María Elorza y Koldo Almandoz, y 'Hemen, gaur, berriz', realizado por Aitor Gametxo, diseccionan visualmente temas tan cotidianos como la violencia de género y las primeras miradas previas al conocimiento dentro de la pareja.

Tarjeta de presentación

Las películas exhibidas utilizan el cine de género. La animación de 'Homeless home', dirigido por Alberto Vázquez, recurre al fantástico y Xabier Larrazabal se decanta por el surrealismo en 'Maite'. Quizás, la narración convencional se corresponde con 'Polvo somos', a cargo de Estíbaliz Urresola. «El cortometraje se ha entendido como una carta de presentación para los directores, un medio para expresar su lenguaje e intereses sin demasiado riesgo económico e industrial», explica la directora de una película que analiza los cambios de roles dentro de una familia cuando se enfrenta a una situación de extrema vulnerabilidad.

La compra de los derechos de emisión por plataformas y televisiones privadas y públicas ha sostenido el sector hasta la fecha. «Los festivales como este constituyen una de las patas fundamentales para la distribución y exhibición», indica la realizadora, que reconoce que aún falta solvencia financiera.

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Los problemas estructurales conviven con la situación sanitaria, que ha complicado sobremanera los proyectos en curso. «Siempre es difícil llevar adelante los rodajes, que suponen un esfuerzo humano y de recursos muy extremo». Estos obstáculos han perjudicado a los pequeños agentes profesionales que nutrían la producción audiovisual. «Ahora permanecen en 'stand by' y a la hora de invertir todo el mundo es más prudente. Creo que costará mucho salir adelante».

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