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Un completo pandemonio
Sin rodeos ·
Nadie sabe a estas alturas qué criterios van a imperar para la celebración de actos culturales este veranoSecciones
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Sin rodeos ·
Nadie sabe a estas alturas qué criterios van a imperar para la celebración de actos culturales este veranoAlguien debería aclarar cuanto antes las restricciones y los aforos que se van a aplicar en verano a los eventos culturales. Seguro que es difícil ... prever la evolución de la pandemia y el grado de inmunidad que se logrará en mes y medio o dos meses, pero lo que no se puede aceptar es el medroso y errático comportamiento de las administraciones públicas y una desorganización galopante que aumenta la incertidumbre e impide cualquier previsión social, económica y cultural. Veamos lo último a este respecto. Resulta que el Ministerio de Sanidad y la Comisión de Salud Pública están elaborando una propuesta, que deberá ser refrendada o enmendada la semana que viene por las comunidades autónomas, dirigida a establecer nuevas restricciones y aforos en los eventos multitudinarios. La propuesta inicial limita al máximo los eventos culturales mientras no se alcance la inmunidad de rebaño con un 70% de vacunados. Por ponerles un ejemplo, en el borrador inicial se prevé que en las provincias donde se supere el «riesgo extremo», es decir, los 250 casos de incidencia acumulada en 14 días, no se podrán celebrar actos culturales, deportivos o religiosos ni tampoco festivales o conferencias.
Ahora mismo vivimos una situación epidemiológica peor que la descrita en la propuesta, mientras que las restricciones aplicables a los eventos culturales no son tan extremas como las del borrador inicial. Vamos, el mundo al revés. Con todo, lo peor es que nadie sabe lo que al final saldrá de la propuesta, dado que habrá que esperar a las alegaciones y al voto de las comunidades autónomas, a su capacidad de gestión y a las derivaciones de un cogobierno que no es tal sino más bien un completo pandemonio. Total, que a estas alturas los músicos y los promotores de festivales, los teatros, los museos y los cines no saben cómo van a poder trabajar en verano, lo mismo que los ciudadanos no sabemos si vamos a salir, entrar o pasar la canícula debajo de la cama. ¡Que alguien aclare esto y lidere el país, por favor!
Museos
Las visitas virtuales a las exposiciones temporales de los museos están alcanzando durante la pandemia unas cotas de excelencia tecnológica y pedagógica nunca vistas. Esta misma semana el Museo del Prado ha lanzado una visita virtual en alta resolución a su muestra dedicada a las poesías mitológicas de Tiziano, comentada por su comisario Alejandro Vergara. Por su parte, la National Gallery de Londres también ofreció a primeros de abril otra excelente visita comentada en torno al cuadro de Jan Gossaert 'La adoración de los Reyes Magos', accesible a través de los teléfonos móviles. Este tipo de iniciativas busca compensar la caída de visitantes derivada de los confinamientos y las restricciones de movilidad. Naturalmente, la gran pregunta es cómo monetizar este tipo de ofertas. La visita virtual al cuadro de Gossaert en la National Gallery es gratuita, pero el Museo del Prado cobra por la suya 2,5 euros, el mismo precio de una audioguía, aunque en este caso la experiencia visual y cultural está muy por encima de su precio.
Televisión pública
El nuevo presidente de RTVE ha generado una cierta esperanza sobre la renovación de un modelo obsoleto y dependiente. Pérez Tornero ha hablado de una nueva gobernanza, de redefinir la misión de servicio público y de hacer un periodismo independiente. Son criterios básicos, pero esenciales en un servicio público. El tiempo nos dirá si solo ha sido un discurso florido. Es lo que ha pasado en EiTB. Su nuevo director dijo que el ente vasco debía estar comprometido con la información, afrontando con valentía los debates sociales y políticos. Pues sí, pero el pasado martes el Teleberri ni siquiera informó de la polémica surgida por el viaje de familiares del Athletic a Sevilla, ni mucho menos de la respuesta abstrusa que de ello dio el consejero de Cultura. Ya se ve: si no hay perro, no hay rabia; y, si no hay compromiso con la información, tampoco hay una televisión plural e independiente.
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