Tinieblas de alma y noche

Pues creo que no, que lo que hace de 'Un silencio' una película grande, acaso hasta muy grande, es su complejidad y su habilidad para jugar con las tinieblas y entre tinieblas. En las oscuridades de la historia. En las oscuridades de la psique, el alma, el corazón de sus personajes. En las oscuridades de una casa nunca a plena luz. El último fogonazo, en esa noche cerrada, en el jardín ténebre solo iluminado por las luces de las cámaras de los reporteros que hacen guardia al otro lado de la verja de la mansión es un prodigio de técnica y arte de la iluminación y la dirección de fotografía. El uso que hace Lafosse de los interiores es magistral y todo ello va sitiando, envolviendo, más y más al espectador, quien, cierto, quiere ir, como tantas otras veces, por delante de la historia, quiere saber más que los personajes y posiblemente que los mismos guionistas. Pero ni Lafosse ni los suyos van a a permitírselo. Vas a estar durante toda la obra y también después de ella preguntándote qué habrá pasado, qué estará pasando y qué irá a pasar.

Es un filme complejo, muy complejo. Preciso, a pesar de las incertidumbres (siempre incómodas, pero tan enriquecedoras) en las que sume al espectador. Una película adulta que considera que quienes la están viendo lo son también. Como escribió alguien, cuenta poco, pero narra mucho. Es dura. Y oscura.

Dirección :Joachim Lafosse. Guion: Joachim Lafosse, Chloé Duponchelle, Paul Ismael. Intérpretes: Daniel Auteuil, Emmanuelle Devos, Matthieu Galoux. Bélgica. 2023. 100 m.