Ortuella rechaza la producción de Netflix sobre la explosión de gas que mató a 50 alumnos en 1980

El 23 de octubre de 1980 marcó un antes y un después en Ortuella. Una tragedia que todavía hoy en día se vive con pesar. Hacia el mediodía, una explosión de gas sembró la destrucción en el colegio Marcelino Ugalde matando en el acto a medio centenar de alumnos de 1º de EGB, de 5 y 6 años, que acababan de regresar a clase del recreo. Otros tres adultos perdieron la vida. Lo primero que pensaron los vecinos en aquella época era que se trataba de un atentado, pero la causa fue una bolsa de gas propano acumulada bajo el centro educativo, que estalló cuando un fontanero prendió su soplete en otro punto del edificio para realizar una reparación.

Un hecho trágico que, 44 años después, todavía colma titulares de periódicos. Primero por la publicación, el pasado mes de abril, de 'El niño'. Una historia de Fernando Aramburu que repasa la devastada vida de una familia que perdió a su pequeño en el suceso. Pero ahora su novela dará el salto a las plataformas digitales a través de una película que Mariano Barroso escribirá y dirigirá para Netflix. La cinta narra la historia de un octogenario que acostumbra a subir los jueves al cementerio de Ortuella para visitar la tumba de su nieto, uno de los niños fallecidos en la explosión.

La decisión de volver a desenterrar el dolor de aquel trágico día, que muchas familias de la Zona Minera todavía no han podido olvidar, ha removido almas en la localidad. La junta de portavoces del Ayuntamiento (conformada por las formaciones PNV, PSE, EH Bildu y Borobil Podemos) ha elaborado una declaración institucional en la que hace hincapié en la importancia de la «protección de la historia y la privacidad del municipio», resalta el alcalde, Saulo Nebreda, quien, junto al resto de concejales de los diferentes grupos políticos, ha mostrado su rechazo a la producción de la película que distribuirá la plataforma de Netflix, así como solicitado que no se llegue a grabar.

En el escrito, firmado por las cuatro formaciones, señalan el propósito de solicitar «de manera respetuosa y enfática» que «no se realice ninguna película o producción audiovisual que trate sobre el drama que nuestro pueblo vivió en el pasado. Esta decisión ha sido adoptada de manera unánime por nuestra comunidad, reflejando nuestro deseo colectivo de salvaguardar nuestra historia y privacidad».

Por ello, el Consistorio minero pide a la plataforma de streaming que «respete esta petición y se abstenga de realizar cualquier producción basada en los hechos que afectaron a nuestro pueblo. Instamos a considerar la sensibilidad de nuestra situación y la importancia de nuestro derecho a decidir sobre nuestra historia y sobre su difusión pública. Expresamos nuestro agradecimiento anticipado por su comprensión y respeto hacia nuestra decisión».

«Hay que pasar página, no podemos estar recordando día a día la tragedia», recalca el regidor jeltzale, quien enfatiza «el sentir del pueblo» de Ortuella. «Esperamos que respeten nuestra voluntad», añade. Cabe recalcar que, a diferencia de otras producciones que piden permiso a los ayuntamientos para grabar en sus calles, «nadie se ha puesto en contacto con nosotros ni para solicitar grabar en un espacio público. Nos hemos enterado a través de la prensa y las redes sociales. Nadie se ha dirigido al Consistorio para nada», zanja Nebreda.

Los grupos políticos también han declarado su rechazo a la película. Desde el PNV, Jagoba Portillo subraya que la situación fue «bastante complicada para las familias y el pueblo en general. En su momento se decidió llevarlo en la intimidad y hay que respetar eso». Desde el PSE, su socio de gobierno, Kepa Aldama no ha encontrado las fuerzas para expresarse al respecto ya que él estudió en el colegio donde ocurrió la tragedia.

Ainhoa Molinuevo, de EH Bildu, recalca que «en Ortuella es sabido el dolor que causa volver a remover esta historia. Somos conocedores de la historia, sabemos el dolor que produce. Estamos al lado del sentir de las familias. Hay un límite y lo marca el dolor de las familias». Por su parte, Asier Rodríguez, de Borobil Podemos, señala que «fue una situación dolorosa. Cada familia lo ha vivido de una manera diferente y recordarlo es doloroso. Hay que tener respeto hacia las familias que lo vivieron. No es adecuado plantear algo mediático que hace más público la tragedia de Ortuella». Con esta postura los portavoces del Ayuntamiento minero esperan que Netflix se eche atrás.

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