Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Con el fallecimiento de José Ángel Herrero-Velarde a los 76 años, el Festival de Cine de San Sebastián no solo ha perdido a su miembro más veterano sino también a una figura fundamental en la apertura del certamen al público a finales de la ... década de los 70 y en su evolución hasta la configuración actual. Notario de profesión, -era conocido por 'El Notario', e incluso algunos invitados pensaban que era su apellido-, apasionado del cine, era miembro del comité de dirección y del comité de selección del certamen donostiarra, además de ser uno de los responsables de que el certamen se democratizara y se abriera al público. También jugó un papel importante en la recuperación de la categoría A a mediados de los años 80.
Apasionado del cine, de Godard, Truffaut y Bergman, Herrero-Velarde llegó al Zinemaldia en 1979 en representación del cine-club Kresala y pasó a formar parte del comité rector que en aquellos años regía los destinos del Festival de Cine de San Sebastián. Fue integrante del comité de selección en distintas etapas, bajo la dirección de Carlos Gortari, Diego Galán, Manuel Pérez Estremera, Diego Galán otra vez, Mikel Olaciregui y en la actualidad José Luis Rebordinos, que ayer le recordaba como «una persona muy inteligente y llena de humor y así ha sido hasta el final. Llevaba varios meses enfermo. El martes estuvimos con él y seguía con esa ironía suya. Ha sido un golpe duro».
Para el actual director del Zinemaldia «era la voz de la experiencia y la sabiduría. Todo el equipo hemos disfrutado de su saber. La historia del Festival estaba encarnada en él. Desde que comenzó como espectador hace casi 60 años ha estado ahí, y durante cuatro décadas ha sido agente activo en situaciones políticas muy diferentes». Además de su humor «destroyer», Rebordinos recuerda que «ha sido un hombre políticamente incorrecto y lo seguía siendo».
En 1985 fue el impulsor de Zabaltegi -una imagen suya de niño en la playa fue cartel de la sección en 2003-, que entonces incluida las Perlas, Nuevos Directores y, como señalaba, «cualquier cosa que tenga interés», al margen de la Sección Oficial y las retrospectivas.
Durante años se involucró en la necesidad de definir la identidad del Zinemaldia para que «sirviera de puerta al cine de Latinoamérica, presentara los nuevos cauces de la industria y se abriera a las nuevas técnicas audiovisuales», y sobre todo para que fuera un festival del y para el público. En sus cuarenta años vinculado con el Zinemaldia dimitió una vez, en 1989, en solidaridad con la marcha del entonces director Diego Galán. En 2008, junto con el resto del comité de dirección, amenazó con abandonar si las instituciones no adecuaban el presupuesto a la crisis de esos años.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.