David Pérez Sañudo dirige a Miren Gaztañaga en 'Los últimos románticos'. Unai Mateo

Miren Gaztañaga es la última romántica de Txani Rodríguez

La actriz rueda en Gernika 'Los últimos románticos', adaptación de la novela de la escritora alavesa a las órdenes de David Pérez Sañudo

Oskar Belategui

Bilbao

Miércoles, 7 de febrero 2024, 11:26

Todo empezó con un tuit de este humilde periodista en el verano de 2020 tras la lectura de 'Los últimos románticos', la novela de Txani Rodríguez ganadora del Premio Euskadi de Literatura (ed. Seix Barral). La observación de que sus páginas escondían una película no ... cayó en saco roto. El productor sevillano Olmo Figueredo ('La trinchera infinita', 'El Estado contra Pablo Ibar') buscaba un libro para sus días de asueto y se descargó en su Kindle la historia de Irune, esa mujer insegura, maniática e hipocondríaca, que trabaja en una fábrica papelera de un pueblo muy parecido a Llodio y que se ve sumida en la angustia cuando se descubre un bulto en el pecho.

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Cuatro años después, Irune ya tiene rostro. La actriz Miren Gaztañaga ('El guardián invisible', 'El Hoyo', 'Intimidad') rueda 'Los últimos románticos' en Gernika desde este lunes bajo la dirección del bilbaíno David Pérez Sañudo, ganador de tres Goyas por su ópera prima, 'Ane'. Una productora andaluza, La Claqueta, y otra vasca, Irusoin, se unen en una película coescrita por Pérez Sañudo y Marina Parés. Lisboa, Ronda (Málaga) y Sevilla son otras localizaciones de un rodaje de siete semanas.

'Azken erromantikoak' se rueda en euskera y, según sus responsables, será «una película luminosa sobre los giros que a veces da la vida brindando segundas oportunidades». «Una historia de superación, compañerismo y amor, que invita a reflexionar sobre el ser humano y su relación con los demás. La transformación social y laboral, la nostalgia de tiempos pasados o la relación entre padres e hijos son otros temas que aborda la película».

La escritora de Llodio Txani Rodríguez. Yvonne Iturgaiz

La cinta adapta una novela en la que Txani Rodríguez captura el sentimiento de comunidad experimentado en su Llodio natal. El conflicto laboral que vive la protagonista, que arrastra un duelo no resuelto, rompe el frágil equilibrio que mantiene en sus escasas relaciones con sus compañeros de trabajo. Su fantasía adopta la forma de un operador telefónico de Renfe sin rostro, al que llama para consultar horarios de trenes que nunca cogerá.

«El romanticismo ha sido un movimiento controvertido, que ha exacerbado cierto tipo de nacionalismo. Pero también ensalzaba que cada persona es única e irrepetible, y esa idea me gusta», precisa la escritora alavesa. «Los románticos eran muy melancólicos y tienden a pensar que el tiempo pasado es mejor, eso es un poco Irune».

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«El material heredado de Txani Rodríguez ha sido el caldo de cultivo ideal para desarrollar muchas de nuestras inquietudes: personajes a la deriva en un contexto hostil, mezcla de géneros, retrato de un pueblo vasco de la zona en la que he crecido...», enumera el director David Pérez Sañudo. «Todos estos elementos son compartidos por el equipo, que ven que en esta dificultad para etiquetar la película está lo más especial de la historia». Por su parte, el productor Olmo Figueredo destaca «una novela que captura la esencia de lo cotidiano con una belleza excepcional». «David Pérez Sañudo no solo ha captado este espíritu con maestría, sino que lo ha enriquecido con su visión única, prometiendo una obra que, creemos, se destacará como una de las películas en euskera más relevantes del año».

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