«Mila esker, Euskal Herria», agradeció emocionado Sutherland

«Gabon Donosti, mila esker». Esas fueron las primeras palabras que pronunció Donald Sutherland ante un Kursaal abarrotado. Desde esta noche el actor se suma a la ilustre lista de galardonados con el Premio Donostia.

Tras una carrera prolífera y excelente el canadiense de 84 años recibió el galardón de manos del director del Festival de Cine de San Sebastián, José Luis Rebordinos. «Es un placer estar en el País Vasco. Tengo una profunda admiración y siento un respeto inmenso hacia vosotros. Estoy lleno de felicidad de estar aquí esta noche. Mila esker, Euskal Herria», exclamó emocionado.

Sutherland recogió este jueves el segundo Premio Donostia que este año otorga el Zinemaldia, tras el entregado el pasado sábado al director Costa-Gavras durante la gala celebrada en el Victoria Eugenia y en vísperas de que este viernes lo reciba la actriz Penélope Cruz, icono cartelero de esta 67 edición.

Sutherland llegó al Kursaal aclamado por los fans que le esperaban a la entrada. Visiblemente feliz y luciendo una amplia sonrisa, el intérprete canadiense recorrió la alfombra roja para firmar autógrafos y saludar al público que se agolpaba en las inmediaciones del Auditorio.

El reconocimiento del certamen donostiarra llega al actor canadiense con el aval de las más de 150 títulos que conforman su filmografía y entre los que figuran filmes que ya son parte de la historia, como 'Novecento', 'Casanova', 'La invasión de los ultracuerpos', 'Klute', 'Amenaza en la sombra' o 'JFK'.

Antes de la gala de esta noche, Sutherland presentó este jueves la película en la que participa y que se proyecta tras la entrega del Premio Donostia, 'The Burnt Orange Heresy' de Giuseppe Capotondi. En rueda de prensa el actor recordó su extensa carrera en un repaso lleno de anécdotas y buen humor. «Vivo en Canadá, en Miami Beach y en Francia. A partir de ahora tendré también casa aquí», ha bromeado. De momento ya ha aprendido a decir «arratsalde on», «mila esker» y «Donostia».

Sutherland, que llegó el pasado lunes, ha tenido tiempo estos días de disfrutar de San Sebastián y alrededores, con visitas al Museo Chillida Leku y también al Guggenheim de Bilbao. También se le ha podido ver paseando por la ciudad, junto a su esposa y su perro Porter.