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Fernando Muñoz
Jueves, 20 de marzo 2025, 20:21
Lo primero que hace Karla Sofía Gascón al sentarse a comer con un grupo de periodistas es preguntar quién va a bendecir la mesa. Después ... se reirá irónica mientras recoloca el libro que tiene a su derecha. Se titula 'Lo que queda de mí' (editorial Almuzara) y supone su primer encuentro con los lectores y también su primera rueda de prensa tras los Oscar y el premio de la Unión de Actores. «Soy menos racista que Gandhi y menos de Vox que Echenique», dijo en la presentación, en la que se exculpó una y mil veces por lo que hizo en el pasado. También, por no haber salido a defenderse y guardar silencio. «El odio no se puede apagar con más odio, que es a lo que estamos acostumbrados en esta sociedad. Yo siempre había sido así, muy justiciera... Pero así no encontramos la paz», explicó.
Sobre los tuits que sacó a la luz una activista de izquierdas, aseguró que fueron rescatados por una campaña contra ella. «He puesto en las redes sociales 20.000 comentarios y han tenido que rebuscar para encontrar esos cuatro o cinco», dijo. Después, volvió a exculparse diciendo que «a las personas musulmanas las tengo un respeto enorme, pero no al fanatismo ni a las barbaridades que se cometen en nombre de las religiones». Acusó a los que la critican de «hipócritas». «Me gustaría saber qué dijeron ciertas personas que me han criticado tras el 11-M o el 11-S. Lo único que he hecho en mi vida es comentar noticias, igual que los demás», explicó.
La actriz cargó contra esas redes sociales que tantos disgustos la han dado: «Quién se tome en serio las redes sociales es un ridículo. En la calle la gente ha sido maravillosa conmigo, los compañeros que me he encontrado a ambos lados de la galaxia (se refiere a Hollywood y España) me han dado mensajes de apoyo. En la última cena con gente importante me dijeron que me habían hecho la novatada. La incógnita es el quién». «Muchas veces no me he dado cuenta de mi posición, lo veía como que escribía a cuatro coleguitas y de pronto eran 400 millones de personas al otro lado. ¡Cuantas veces tengo que pedir perdón por unos tuits de 2016!», se preguntó.
¿Y el libro? Pues es una biografía novelada, o una 'true fiction' que cuenta trazos de la vida de Karla Sofía Gascón a partir de una escena en la que la protagonista está a punto de suicidarse y antes de morir recuerda las escenas que le han llevado a esa situación. «Cuando empecé a escribirlo dije que no podía seguir porque es muy doloroso. Puse toda mi alma. Parte de un momento muy difícil en mi vida en el que como ahora en esta última etapa me encontré en un momento muy delicado. Iba a hacer la transición y todo se derrumbó. Siempre elijo el camino más difícil para continuar», dijo.
En el libro lo expresa con más contención que con el verbo fluido, donde las ideas terminan en su boca sin filtro de contención. «Es un reflejo sincero, doloroso y vibrante de la persona que fui y de la que soy ahora. Aquí está la verdad de quién he sido, con todas sus sombras y todas sus luces. Y, sin embargo, la verdad es un concepto frágil en estos tiempos de juicios apresurados y sentencias definitivas. Una cosa es la artista y otra la persona, pero todas conviven en el mismo cuerpo y en la misma historia. He cometido errores ¿quién no? He dicho cosas que en otro momento quizás no habría dicho. Me han malinterpretado, me han crucificado», escribe en el epílogo.
Dijo que tras esta etapa de su vida, en la que «estaba en lo más alto» y donde denuncia que «cortaron todo para destruirme», también coqueteó con la idea de poner fin a todo. «Sí, me he derrumbado; ha habido momentos muy complicados en los que si no lo he hecho es porque sigo creyendo en el ser humano, por mucho que me decepcione... y por mi hija, de 14 años, que no tendría que vivir algo que la hiciera sufrir». «Soy una persona muy afortunada por mi fortaleza mental, es muy difícil que me vaya a hundir alguien. Estoy feliz por unas cosas, jodida por otras, asqueada, irritada... El odio que me dan es mi gasolina. Es una forma que encontré de poder hacer algo útil con todo ese odio», explicó.
También volvió a reivindicarse contra los trans que criticaron su representación de la transexualidad en 'Emilia Pérez', el filme por la que Karla Sofía logró estar en los Oscar. «Yo no represento a nadie; pero tampoco permito que las personas trans que han hablado de la película me representen a mí. Yo nunca he sido perfecta ni lo he querido ser, porque el arte surge de la imperfección», reivindica.
Y por si alguien lo duda, Gascón quiso aparecer en la alfombra roja de los Oscar -«me hubiera encantado», aseguró-, pero no pudo. Dijo que entró por la puerta que le dijeron y que apareció directamente dentro. Tampoco guarda rencor a su director Jacques Audiard, que no la defendió cuando Netflix la apartó de la promoción y la borró de los carteles; aunque no queda muy claro si lo dice con la boca pequeña. Como tampoco al hablar de Ted Sarandos, CEO de Netflix, que el miércoles dijo que había que tener «compasión» con la de Alcobendas y que se abría a trabajar con ella en el futuro.
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