Un 'goya' de película

Esa persona no es otra que Antonio Isasi-Isasmendi (Madrid, 1927 - Ibiza, 2017), el director de cine, guionista y productor que se miraba con sus películas y coproducciones en los modelos norteamericanos y que precisamente fue distinguido con un Goya de Honor en 2000 por su aportación al cine español. Afincado en Ibiza más de treinta años antes de su fallecimiento, Isasi-Isasmendi fue un referente cultural de la isla y un buen amigo de la directora del MACE, Elena Ruíz Sastre. En 2010 se dirigió al museo ofreciendo el depósito de esta obra atribuida a Francisco de Goya, aportando también el testimonio y los documentos que reflejaban su sorprendente origen.

El cuadro había sido un regalo del rey Alfonso XIII a la actriz Adela Carbone (Génova, 1890 - Madrid, 1960), quien supuestamente mantuvo una relación amorosa con el monarca. Ella se lo dio a su vez a su íntima amiga y también actriz Nieves Lasa, madre de Isasi-Isasmendi, dejando constancia epistolar de su voluntad de que la obra fuera heredada a la postre por el cineasta. Los archivos del MACE conservan las misivas de 1955 en las que Carbone informa a su amiga de la procedencia del cuadro y su intención de regalárselo.

Adela Carbone fue una actriz de teatro y cine muy conocida en España desde la primera década del siglo XX hasta su retirada en 1959. En teatro estrenó obras de Jacinto Benavente, Arniches y Muñoz Seca, entre otros. En el cine intervino en más de veinte películas y también fue retratada por Julio Romero de Torres y José Ramón Zaragoza. Por su parte, la madre de Isasi-Isasmendi, Nieves Lasa, se hizo actriz en Argentina, donde tuvo que emigrar, y llegó a ser muy reconocida. En España fue sobre todo actriz de doblaje. Isasi-Isasmendi pensaba que el soporte de la obra atribuida a Goya era una paleta de pintor reutilizada, algo que descarta el estudio de Ruiz Sastre al comprobar que la tabla es de caoba, un material de importación -tal vez de Flandes o de Alemania- bien distinto de las maderas ligeras usuales en las paletas. Ruiz Sastre data la obra entre 1794 y 1799, un periodo de plenitud artística en el que Goya pasó una larga convalecencia en Cádiz. Según su informe, «el cuadro es bastante hermético y oscuro. Está resuelto en una paleta de grises y ocres donde las luces focales y escasas permiten vislumbrar una sorda escena en la que se distingue un abigarrado y extraño grupo de enorme tensión formal; la primera impresión es de delirio y tragedia».

Quizás se trate de una escena de aquelarre como la que Goya pintó entre 1797 y 1798 para el palacio de recreo de los duques de Osuna, pero también podría reflejar una alegoría de la orfandad. Entre la posibilidad de que la obra sea una pintura acabada o una obra preparatoria, Ruiz Sastre se inclina por considerarla un boceto o divertimento. Al percibirse en uno de los lados de la tabla la huella de un serrucho, todo indica que el cuadro formaba parte de una obra más grande.

La autora del informe opina que la obra procedía de la colección real antes de llegar a Adela Carbone. Tras el fallecimiento de Isasi-Isasmendi en 2017, los tres hijos del cineasta -uno de ellos fruto de su unión con la actriz Marisa Paredes- renovaron el acuerdo de depósito permanente de este verdadero 'goya' de película.