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OSKAR BELATEGUI
Miércoles, 15 de agosto 2018, 14:48
No tenía ni una línea de diálogo en 'El padrino', pero su presencia permanece grabada en la memoria de los millones de admiradores de la saga creada por Mario Puzo y llevada al cine por Francis Ford Coppola en una trilogía maestra. Morgana King, la matriarca de los Corleone, falleció el pasado 22 de marzo a los 87 años en Palm Springs a causa de un cáncer linfático, aunque su muerte ha trascendido ahora. Siempre en segundo plano, la esposa de Vito Corleone (Marlon Brando) tenía su momento de gloria en la larga escena inicial de la boda, cuando interpretaba una canción tradicional italiana, 'Luna Mezz'o Mare', para deleite de los invitados que pasaban del soleado jolgorio a la penumbra del despacho para pedirle favores al capo.
En realidad, Morgana King era una prestigiosísima cantante de jazz, admirada por mitos como Billie Holliday, Frank Sinatra, Duke Ellington y Dinah Washington, a la que Coppola reclutó en 1972 para dar vida a la 'mamma' mafiosa dada su ascendencia siciliana (sus padres nacieron en la isla, aunque ella ya lo hizo en Pleasantville, Nueva York, en 1930). Conocía a la perfección la cultura y la psicología de los personajes. «Francis me preguntó si la casa de los Corleone parecía una auténtica casa siciliana. Yo le dije que faltaba una estatuilla de San Antonio en la pared», contó en una entrevista. Su personaje de Carmella Corleone moría en la segunda entrega cinematográfica. Supersticiosa, la actriz se negó a aparecer en un ataúd, así que Coppola optó por meter a su propia madre.
Maria Grazia Messina se crió en las mismas calles de Nueva York donde buscaban fortuna los inmigrantes italianos que pasaban la cuarentena en la isla de Ellis, como bien mostró Coppola en 'El padrino 2'. Su padre vendía hielo y carbón y era un músico autodidacta. Su hija aprendió las canciones italianas y judías que se oían en el patio del vecindario, estudió ópera e imitaba a las estrellas musicales de la radio. A los 16 años ya era profesional bajo el nombre de Morgana King, dado que su madre no le permitió utilizar su apellido si actuaba en clubes nocturnos.
Dotada de una voz prodigiosa que abarcaba cuatro octavas y de una poderosa presencia escénica, King actuó en los escenarios durante cincuenta años y grabó una veintena de discos. Fue una de las primeras cantantes de jazz en adoptar los ritmos de la bossa nova y tuvo su mayor éxito en 1964 con 'A Taste of Honey', una balada susurrada con fondo jazzístico.
«Soy una rebelde, no una artista comercial», confesaba. «No creo en los temas de éxito ni en las estrategias comerciales, solo en la música». Morgana King se casó a los 17 años con el trompetista Tony Fruscella, que la introdujo en el bebop y con quien frecuentó a mitos como Lester Young y Charlie Parker. El alcoholismo de su marido la obligó a trabajar en antros para sostener a la familia. Tras divorciarse, se casó con otro músico, el trombonista Willie Dennis, que murió en un accidente de tráfico en 1965.
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