Las salas de cine recuperan progresivamente su audiencia, tras el cataclismo de la pandemia y sus cierres y restricciones de aforo. Obviamente, la superación de las cifras anteriores a la crisis sanitaria todavía se hará esperar. Pero el hecho de que los datos de espectadores ... y de taquilla hayan mejorado sustancialmente en poco tiempo es un logro considerable, sobre todo tras el despegue de la oferta del cine por 'streaming', tras la enorme competencia entre las distintas plataformas para captar abonados o tras la estrategia de algunos estudios de Hollywood que siguen apostando por diversos estrenos a través de esas plataformas. Por supuesto, y como siempre, el crecimiento de la audiencia y la taquilla en las salas depende del éxito de algunas grandes producciones. Es el caso del taquillazo registrado el pasado verano por el fenómeno 'Barbenheimer', es decir, la confluencia en las pantallas estivales de 'Barbie' y 'Oppenheimer' -esta última la gran favorita en los Oscar-, cuyo éxito explica una buena parte de la mejora en la recaudación global del cine. Otra cosa distinta es la cuota de pantalla del cine español, aunque su recuperación también depende en buena parte del aumento en la taquilla global. En el caso del País Vasco ese incremento tiene todavía mayor mérito, puesto que los cierres y las restricciones de aforo fueron aquí bastante más severas que en otras comunidades, lastrando el retorno del segmento de mayor edad al consumo del cine en las salas. Afortunadamente, la vuelta a la normalidad y las campañas de estímulo de la demanda -la Fiesta del Cine, el Bono Cultural y sobre todo el llamado Cine Senior- han revertido una situación dramática. Solo falta ya, claro, la mejora en la situación financiera de las grandes cadenas de exhibición cinematográfica de nuestro país.

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