Deducciones positivas

En este sentido, si de un lado hay que felicitar a la Diputación de Bizkaia por aprovechar la capacidad singular que en materia fiscal otorga el Concierto, por otro conviene recordar a los partidos políticos que la gobiernan lo inconveniente de aludir en lo sucesivo al concepto del 'paraíso fiscal' cuando otras comunidades autónomas legislan en diferentes materias para atraer inversiones o patrimonios.

Piénsese que la carrera en pos de mejores estímulos fiscales para los rodajes es tan legítima como asimilable, en ciertas condiciones, a otras materias y a otras capacidades de distintas administraciones españolas. De igual manera sería conveniente que, al margen del autobombo, también se ofrecieran algunos datos más concretos sobre el impacto económico generado. Me refiero, en general, a la aportación al PIB, a los ingresos adicionales para la Hacienda Foral y a su contribución al mantenimiento del empleo en el territorio. Este último dato, sobre todo referido al sector, resulta fundamental, dado que, en tanto en cuanto no se ponga en marcha el siempre esperado 'hub' audiovisual, podría cartografiar con precisión la ausencia actual de una estructura técnica e industrial de dimensión suficiente.

Finalmente, resulta cuando menos paradójico que se aluda a los estímulos fiscales como instrumentos clave para el fomento y la producción cultural, cuando de momento la Diputación de Bizkaia ha mirado a otro lado tras la convalidación por el Congreso del nuevo esquema fiscal para el mecenazgo. Unos tanto, ya lo digo, y otros tan poco.