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Mitxel Ezquiaga
Martes, 19 de septiembre 2023
Es profesor de la Universidad de Deusto, hijo de Juan Manuel García Cordero, secuestrado y asesinado en San Sebastián el 23 de octubre de 1980 por los Comandos Autónomos Anticapitalistas, y desde 1986 ha participado activamente en el movimiento pacifista vasco. Iñaki García Arrizabalaga es ... la primera víctima de ETA que opina en público tras ver el documental 'No me llame Ternera', la película de Jordi Évole y Marius Sánchez que se estrena este fin de semana en el Zinemaldia. «No es un documental en el que se blanquee a ETA», pero «Josu Ternera va a lo suyo, trata de justificar lo injustificable, dice auténticas burradas para cualquier mente en su sano juicio y es lógico que para una víctima del terrorismo sea hiriente escuchar estas burradas», escribe.
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García Arrizabalaga ha publicado en la red X (antes Twitter) sus reflexiones tras ver el documental, que ha sido proyectado ya a diferentes representantes políticos y víctimas, y empieza su valoración diciendo que «me resultó un poco largo». Y añade: «Francisco Ruiz Sánchez, víctima de un atentado de Josu Ternera, muestra infinita dignidad humana más, y eso que sale en cámara diez veces menos».
«Josu Ternera va a lo suyo: tratar de justificar lo injustificable. Aplica dos varas de medir: una para el atentado que tuvo su familia (se emociona al recordarlo) y otra para los que cometió ETA (mirada fría y distante, justificación racional). Será mi percepción, pero tiene una expresión, un rictus agresivo en la cara que asusta. Parece que está permanentemente cabreado», dice la víctima.
Continúa García Arrizabalaga: «Está claro que para JT (en referencia al exdirigente de ETA) el fin justifica los medios, sean cuales sean. Su empatía emocional real con las víctimas causadas es nula. Analfabeto emocional total. Aunque se sabe derrotado no se arrepiente de nada de lo que ha hecho en sus 50 años de militancia en ETA. Y lo deja muy claro».
«Miente en varios momentos del documental para protegerse contra posibles acciones judiciales futuras», opina García Arrizabalaga. «Jordi Évole juega un buen papel como entrevistador y llega a arrinconarlo argumentalmente, plantándole sus contradicciones a la cara, en un par o tres de ocasiones, pero no 'remata'».
«Me pareció que JT tiene un ego muy grande, pero me resultó un personaje muy mediocre. Es una exponente claro de la lógica militarista que se ha supuesto ETA», concluye. «Como me ha pasado con otras películas sobre ETA volveré a verla para descubrir nuevos detalles, y surgirán nuevas sensaciones e impresiones».
En los comentarios suscitados por su tuit Iñaki García Arribazalaga especifica que la víctima de ETA Francisco Ruiz, que abre y cierra el documental, «ocupa más o menos el 10% del tiempo, y el núcleo del documental es la entrevista a Josu Ternera».
Josu Elespe, también víctima de ETA, ha sumado igualmente su valoración tras ver la película. «Vista 'No me llame Ternera'», escribe en X. «No blanquea ni justifica a ETA. Lo mejor, Francisco Ruiz. Muestra a un tío (Ternera) escaso de inteligencia, sin ideología, mediocre, unidireccional, sin empatía, soberbio, preso de su mundo . Si no fuera por su curriculum, generaría vergüenza ajena», añade el hijo de Froilán Elespe, concejal socialista de Lasarte-Oria asesinado por ETA en 2001.
La película, producida por Netflix, se presenta el viernes, primer día del Festival, en un pase de prensa, y el sábado será su primera proyección pública en el Kursaal, como inauguración del ciclo Made in Spain.
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