Dani Rovira y El Langui, en una de las secuencias de 'Cuerpo escombro'. E. C.

'Cuerpo escombro': humor gamberro contra la intolerancia

La película de Curro Velázquez, rodada en Bilbao, es un intento digno por visibilizar las discapacidades, pero falla en los gags

Viernes, 9 de agosto 2024, 00:21

La premisa del director Curro Velázquez en 'Cuerpo escombro' resultaba un tanto arriesgada: hacer humor gamberro con las discapacidades a través de una comedia de enredo con un protagonista que finge una parálisis cerebral. Lo encarna Dani Rovira, que se deja engatusar por Ernesto Sevilla, su hermano en la ficción, para hacerse pasar por discapacitado y conseguir un trabajo que evite el desahucio de sus padres.

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El resultado es una comedia irregular, pero respetuosa con el colectivo en el que se centra la trama. Hay cuatro millones de discapacitados en España que, como reivindicaba Rovira a este periódico, «se merecen que se hable de ellos». Y, sobre todo, con un tono inclusivo para abrir barreras a un colectivo muy numeroso que en esta cinta recibe un tratamiento amable. Termina funcionando como un alegato contra la intolerancia que representa el 'villano' de la historia, encarnado por el actor mexicano Omar Chaparro.

Y es que hay conexión hispano-mexicana en esta película, con Cassandra Ciangherotti de coprotagonista, oficiando de jefa y 'cuidadora' del falso discapacitado Rovira, con el que enseguida salta la chispa del romance. El tándem entre el andaluz y la mexicana funciona bien en pantalla, pero la química surge sobre todo en las escenas que protagonizan Dani Rovira y Ernesto Sevilla, juntos por primera vez en la gran pantalla. En un largometraje con un humor flojito y facilón en buena parte de las escenas, es Sevilla quien provoca alguna carcajada al espectador en un par de gags surrealistas y frescos.

Tras ciertos altibajos de guion en la mitad del metraje, 'Cuerpo escombro' remonta con la aparición de El Langui y un desenlace resultón aunque previsible. Sobresale la interpretación de María Hervás como secundaria, y la cinta, en la que participan como extras un buen número de personas con discapacidad, incluye cameos de Antonio Resines y de Leo Harlem.

Rodada casi en su totalidad en Bilbao y alrededores, así como en Eibar, el espectador vizcaíno disfrutará de escenarios reconocibles -como la zona de Henao, la clínica Virgen Blanca o la discoteca Stage Live- y se sorprenderá cuando Rovira y Ciangherotti entran en un portal de la calle Rodríguez Arias de Indautxu y el piso al que acceden tiene vistas a la playa de Ereaga.

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Más allá de localizaciones y anécdotas, 'Cuerpo escombro' es un ejercicio cinematográfico digno y acertado en su objetivo de dar visibilidad a un colectivo históricamente marginado, pero fallido en su vis cómica y en los gags que, en su mayoría, no terminan de funcionar.

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