Crítica de 'Mr. Wain' (2021): Gatos ardientes
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La Inglaterra de 1888 es el marco donde se inserta este biopic de regusto inquívocamente inglés, protagonizado por Louis Wain: un insólito artista cuyos grandes logros atraen a las principales publicaciones del momento. Mientras intenta compaginar su creatividad con el cuidado de sus cinco hermanas ... pequeñas y su madre, dos acontecimientos cambian su vida para siempre. El hiperactivo Benedict Cumberbatch es el encargado de dar vida a tan desconcertante personaje y su trabajo ante las cámaras, como casi siempre, es de recibo. Louis Wain fue un tipo esquizofrénico, que pintó centenares de gatos, en una visión del mundo la mar de peculiar.
También ocupan un lugar destacado los ribetes fantásticos, así como un irónico sentido del humor, en un título para el que su máximo responsable, Will Sharpe, crea un universo tan sugerente como desmedido, tan arrítmico como apabullante. Más lúcida de lo que a primera vista pudiera parecer, la película tendrá tantos detractores como defensores. Sí, Mr. Wain -al menos su obra- sirve ahora para constatar que estos gatos te quitan de lo humano sin llevarte por eso a lo divino, al tiempo que arrancan una sonrisa y animan al espectador a atrapar por la cola a tan impredecibles mininos. Criaturas de aire indolente, con sus eróticos maullidos.
Reino Unido. 2021. 111 m. (7). Drama.
Director: Will Sharpe.
Intérpretes: Benedict Cumberbatch, Claire Foy, Toby Jones.
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