Una mujer infeliz en su matrimonio sufre un devastador ataque por parte de su satánico marido, en este efectista 'thriller' escorado al cine de terror, firmado por el ignoto realizador yanqui S. K. Dale. Las situaciones que se producen a partir de semejante detonante argumental ... funcionan sólo a medio gas, por culpa de un guión con más agujeros que un colador. Se trata de un suspense de baja cota (a años luz de la incomparable maestría de Alfred Hitchcock), supeditado al dudoso lucimiento de esa eterna aspirante a actriz que es Megan Fox, poco convincente en su intento por dotar de trágica desesperación a una esposa abocada a una sanguinolenta situación límite.
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Sí. He dicho satánico esposo, pero satánico en el sentido que el ocultista Anton LaVey dio al término. O sea, no hay en 'Till Death. Hasta que la muerte nos separe' más que un truculento túnel del miedo, por el que discurre impetuosa la sangre derramada, esa que separa el odio del amor, en un subproducto al que se ve arrastrado el espectador cómplice. Así que la lucha por la supervivencia de esta mujer ensangrentada, encadenada, rabiosa, aniquilada, hueca como un tambor al que golpea la vida, en principio nacida para reinar en bulliciosos lechos y fascinar por igual a príncipes o a mendigos, deriva en una película trufada de hachazos homicidas.
EE UU. 2021. 88 m. (16). 'Thriller'.
Director: S. K. Dale.
Intérpretes: Megan Fox, Lili Rich.
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