Crítica de 'Mis queridísimos hijos' (2021): Por el interés...
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Tercera colaboración consecutiva de la directora y guionista Alexandra Leclère ('Solidarios a la fuerza') con los veteranos Didier Bourdon y Josiane Balasko (cuyo papel es indistinguible de los que interpretó en 'Vuelta a casa de mi madre' y 'Vuelta a casa de mi hija'), un ... producto dirigido al público cautivo, de la era precovid, que a su vez sirve como termómetro del flojo nivel de la última hornada de comedias francesas que ponen el acento en la familia -bien o mal avenida- como valor refugio.Una de estas familias es la protagonista de este popurrí de situaciones cómicas que tienen más en común con el popular género del entremés teatral que con el lenguaje del cine, aunque la directora francesa insiste en contar la primera secuencia mediante una serie de planos aberrados que poco o nada tienen que ver con el resto de la película. La trama es sencilla: unos hijos jetas que pasan de sus padres hasta que estos deciden fingir que han ganado casi 20 millones de euros en la lotería, lo que da pie a una amena ceremonia de cortejo que, sin pretender hacer sangre con el tema, aflora que el problema de la precariedad de las relaciones familiares va mucho más allá del síndrome del nido vacío. A madame Balasko le sobran tablas como para hacer potable un guion limitado que le permite compartir pantalla con su hija, Marilou Berry, y a los poco o nada exigentes les hará sonreír.
Francia. 2021. 95 m. (7). Comedia.
Directora: Alexandra Leclère.
Intérpretes: Josiane Balasko, Didier Bourdon, Marilou Berry.
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