Crítica de 'Un nuevo mundo' (2021): Fábula moral

Stéphane Brizé cierra su trilogía social, iniciada con 'La ley del mercado' (2015) y 'En guerra' (2018), con 'Un nuevo mundo', centrado en el directivo de una gran empresa, cuando sus elecciones profesionales afectan a la vida de su familia. Lo que da pie a ... un alegato anticapitalista, situado en un momento histórico con millones de personas sin trabajo, desahuciadas o jubiladas antes de tiempo. Ves las cifras y es algo horrible, tan frío, tan impersonal, tan deshumanizado. Hablan de todos ellos y no significan nada. Pero son seres humanos y no sabemos si aman, si tienen hijos, si prefieren ir al cine o al teatro, celebrar rituales, leer libros o disfrutar del fútbol. ¿Cuáles son sus inquietudes? ¿En qué piensan? ¿En su marido? ¿En su mujer? ¿En su amante? ¿En un amor perdido de juventud? ¿En el pasado? ¿En el futuro...? Nunca lo sabremos. Así pues, vida privada y vida pública son los dos sólidos ejes sobre los que pivota esta oportuna fábula moral, en la que queda bien claro que vivimos en un mundo en el que los dioses de plástico, Internet, las tarjetas de crédito, el bitcoin, etcétera, han sustituido a los dioses tradicionales. Es preocupante lo dispuesta que está la gente a dejar de pensar y dedicar su tiempo, su atención y su culto a cosas que no lo merecen. 'Un nuevo mundo' nos ayuda a reflexionar sobre todo ello.