Crítica de 'Minions: El origen de Gru' (2022): La legión amarilla

Hay actores/personajes secundarios a los que no se les puede dar la espalda porque, a la mínima que te descuides, te roban la escena y el afecto del público con un mohín, un ramalazo de carisma o una monería. Que se lo digan a ... las estrellas de 'Guardianes de la galaxia', que han compartido espacio con Baby Groot, o a nuestro villano favorito, que ha visto cómo sus simpáticos esbirros han ido ganando cuota de pantalla progresivamente hasta independizarse para fundar una franquicia propia en la que ahora Gru tiene que reivindicar su rol de coprotagonista ofreciéndose como excusa para articular una trama anodina.Existía la posibilidad de ampliar el legado de Gru por la vía de la iteración que tan buenos resultados dio al descubrirnos a personajes como Balthazar Pratt y Lucy Wilde, pero en Universal Pictures han elegido ampliar el catálogo de amarillo para recoger los frutos de su alta rentabilidad por la vía del merchandising. No sorprende el recurso a la socorrida historia de orígenes que ya quedó apuntada en 'Los Minions' (2016), aunque en esta ocasión es posible que las referencias a futuros conocidos como Gru y el Doctor Nefario solo resulten molestas interrupciones para los cabezas de cartel de un show de humor físico más próximo a las esencias del cine de Harold Lloyd y Buster Keaton de lo que a muchos nos gustaría reconocer.