Crítica de 'Libélulas' (2022): El no futuro

Una nueva historia de dos chicas del extrarradio (madrileño) que sienten cómo las perspectivas de no futuro están agotando su juventud, idéntica en su planteamiento a otras tantas, aunque en el contexto de la ficción nacional pueda considerarse una rara avis, no tanto por las localizaciones en las que se maneja sino por la manera en la que privilegia el relato de una amistad femenina por encima del drama social. De partida, Luc Knowles tiene dos buenos ases en la mano para armar su ópera prima, Milena Smit ('Madres paralelas') y Olivia Baglivi ('Las niñas de cristal'), una pareja que es pura química y de la que el debutante se sirve para componer estampas de belleza etérea que acreditan su dilatada experiencia en el cine publicitario.

Hasta aquí bien, pero si rascamos la superficie lacónica y nihilista que envuelve los diálogos entre las protagonistas no tardamos en descubrir que la película se sustenta sobre una pose estética tan frágil que amenaza con quebrarse cuando Knowles introduce unas gotas de thriller para tensionar la principal línea narrativa de la película. Son momentos de duda en los que Smit y Baglivi salen al rescate de un director excesivamente pendiente de sus referentes, y aunque satisfactoria en su resolución vuelve a dejarnos la impresión del déjà vu.