Crítica de 'La huérfana: Primer asesinato' (2022): La impostora

Con el catalán Jaume Collet-Serra embarcado en proyectos mayores ('Black Adam'), es el ya curtido William Brent Bell ('Devil Inside', 'The Boy') quien se encarga de dirigir la precuela del título que pavimentó el camino hacia las grandes ligas para el director de 'Jungle Cruise' y 'Sin identidad', aquella película de terror, protagonizada por la entonces debutante Isabelle Fuhrman, que nos sorprendió a todos con un giro final que ahora juega en contra de las posibilidades de sorpresa de esta segunda (primera) entrega.

Asumiendo este handicap, el guion de primer asesinato se aplica en la tarea de crear tensión a partir de lo que sabe el espectador pero desconocen los personajes, una estrategia basada en el método hitchcockiano que se topa con las limitaciones de Bell en lo referente a la creación de atmósferas. Pasada media hora resulta evidente que la historia de orígenes está condenada a entrar en un bucle de situaciones clónicas del que solo sale cuando derrapa y suelta el lastre de un discurso sobre la maternidad con el que no puede cargar. No sé cómo juzgar la fotografía de Karim Hussain, que en su intento de escamotear la edad de la protagonista proyecta un velo nebuloso sobre las imágenes que, aunque horroroso, las dota de cierta personalidad.