Es evidente que las nuevas tecnologías también han irrumpido en el cine de animación tradicional con todo su incontrolado poderío digital, empecinadas en demostrar, título tras título, sobre todo en la industria japonesa, las posibilidades visuales del invento. Lejos de las maravillas de Hayao Miyazaki (' ... El viaje de Chihiro' (2000), la franquicia que hoy nos ocupa, 'Dragon Ball Super Hero', narra las peripecias de personajes como Goku, Piccolo, Bulma o Vegeta, enfrentados a las maquinaciones de una malvada organización, con el objetivo de llevar a cabo un venganza repleta de acción, sujetos estrafalarios y un sentido del humor de regusto nipón.Con la cinta de Tetsuto Kodama estamos ante una fantasía futurista con ribetes apocalípticos, trufada de fuegos de artificio, que sugiere un porvenir amenazador. Desde luego, imaginar el futuro ha sido siempre un viejo deseo humano. Actualmente, la intrusión de las más ubicuas tecnologías nos arrastra a una engañosa sensación de omnipotencia que destruye nuestras experiencias reales. Como en 'Dragon Ball Super Hero' lo permanente, lo estable desaparecen sin dejar rastro. ¿Quién necesita un cerebro cuando tenemos pulgares que pueden escribir y deslizarse por las pantallas? Al parecer nos encontramos ya en un presente ahistórico de la llamada Generación Z.

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Dragon Ball Super: Super Hero

  • En cinesJapón. 2022. 120 m. (12). Animación.

  • Director: Tetsurô Kodama.

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