La en principio apacible campiña inglesa es casi siempre sinónimo de misterio, de angustia, de temor, un lugar que ni pintado para enmarcar historias de fantasmas, de tremebundos maníacos asesinos y también, como en el caso de 'Men', de sujetos marcados por una masculinidad tóxica. ... Una viuda, Harper, se muda a vivir sola en el campo después de sufrir una gran tragedia. Sin embargo, un ente, alguien o algo en el bosque la está acechando.... Esta espesura, esta fronda láctea, revela inquietantes promesas que cumplir, convertido en lo más potable de 'Men', que incita al espectador a permanecer alerta, atento a los gritos que surgen en la noche.

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Ahora bien, la vertiente temática, ese afán desmedido y gratuito por incluir el machismo masculino bajo un mismo patrón, resulta a todas luces de una falsedad extrema. Confesaba Dario Argento que, cuando en 1984 vio 'En compañía de lobos' (Neil Jordan), reconoció en el talento de su director la posible línea sucesoria de su particular percepción del terror o lo fantástico. Quizás porque los intereses creativos de Jordan eran más plurales de lo que intuyó Argento. Ahora, el anodino realizador Alex Garland se limita a proponer una intriga sembrada de elementos neuróticos, que van minando un conjunto tétrico, hasta desembocar en un final sencillamente torpe.

Men

  • En cines. EE UU. 2022. 100 m. (16). Terror.

  • Director: Alex Garland.

  • Intérpretes: Jessie Buckley, Rory Kinnear, Paapa Essiedu.

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