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En los últimos quince días del año pasado, 'Spider-Man: No Way Home' tuvo 2.982.474 espectadores en España, de los que 102.946 corresponden a Euskadi. Ha sido la película con la recaudación más elevada de los últimos años, con 24,8 millones ... de euros hasta el domingo. Las cifras, en principio, son espectaculares, pero depende con el prisma con el que se miren, porque desde EZAE, la Asociación de Salas de Cine de Euskadi, aseguran que «en el País Vasco nos han impedido tener unos ingresos mucho mayores por unas medidas que nos prohíben vender entradas, palomitas y refrescos», comenta su presidente Alfonso Benegas.
En un rápido resumen sobre su situación actual, según los datos de EZAE, «las salas de cine de Euskadi han perdido casi 6 millones de espectadores en los dos últimos años», lo que supone «una reducción de ingresos netos por entradas de 32 millones de euros» y «las pérdidas en las cuentas de resultados de los cines de Euskadi han acumulado en estos dos años una cifra superior a los 20 millones de euros». Según Benegas, «los últimos datos apuntan a que el conjunto de las salas perdemos 28.000 euros diarios». En el País Vasco existen 18 empresas exhibidoras con 136 pantallas.
En la Comunidad Autónoma Vasca, tomando como referencia el año 2019, cuando todavía no había llegado el coronavirus para ponerlo todo patas arriba, 4.760.805 espectadores compraron una entrada para ver una película en una sala comercial, con una recaudación de 28.116.530 euros. Con esas cifras como referencia, las perdidas en 2020 fueron de un 67%, con 1.567.466 espectadores y 9.288.953 euros. Las perspectivas para el año se presentaban mejor y sí hubo cierta recuperación, pero bastante menor de la esperada, con unas pérdidas respecto a 2019 del 58% al venderse 2.000.856 entradas que recaudaron 11.720.285 euros. De una entrada, la distribuidora se lleva el 50%, a lo que hay que añadir el IVA, y la sala se queda con el 35%.
alfonso benegas (EZAE)
Así, los exhibidores cinematográficos vascos sostienen que «el año 2021 fue, supuestamente, el año de recuperación de la economía, sin embargo para los cines de Euskadi fue igual o peor que 2020».
Las razones que argumentan para realizar esa afirmación son, evidentemente, las restricciones impuestas por el Gobierno Vasco en el tiempo que llevamos de pandemia, que se acerca a los dos años. Primero fue el confinamiento, que afectó prácticamente a todos los sectores y en todas las comunidades, pero las medidas posteriores, principalmente las de los últimos meses, han supuesto, en opinión de la asociación, un agravio comparativo. Y enumeran: «Desde la última semana de julio de 2021, por decreto se redujo el aforo de las salas a un 35% durante casi dos meses. En octubre se prohíbe el consumo en sala con aforos al 100% y en diciembre se reduce el aforo al 60% y se implanta el pasaporte covid», además de mantenerse la prohibición de ingerir alimentos y tener que solicitar el pasaporte covid.
«Son medidas terribles. Las diferencias con otras comunidades son brutales y el coronavirus es el mismo. Aquí es muy difícil ir al cine y se está metiendo al público un miedo que no es real. El cine no está muerto, lo que pasa es que no nos dejan trabajar. Hemos pasado por los videoclubs, las películas piratas, la aparición de las cadenas de televisión privadas, las plataformas de 'streaming' y seguimos vivos. Lo que pedimos es que nos dejen la libertad de poder ir al cine», define Benegas.
A pesar de que la asistencia a los cines empezó a mejorar en verano debido a los estrenos de películas comerciales, muchas de ellas retrasadas meses anteriores y que eran muy esperadas por el gran público y que la mala climatología de los meses de verano invitaba al público juvenil y familiar a acudir a los cines, «desde octubre hasta la fecha de hoy en día, los cines llevan perdidos con respecto a la media de España y debido a las restricciones un importe de 2,7 millones de euros, casi 3 millones derivados de las restricciones. Somos un sector al que nos va a costar mucho levantar la cabeza y necesitaremos el apoyo de las instituciones».
Los ingresos en los cines por venta de palomitas, refrescos y similares suponen una media entre el 18 y 20% y en algunos casos, generalmente en aquellos que se encuentran en centros comerciales y su público es familiar y adolescente, puede suponer entre un 25 y un 30%. «Luego vas a un restaurante a comer, no te piden el pasaporte covid y está lleno», comenta el presidente de la asociación.
Desde que el 7 de octubre se implantó la prohibición de comer en los cines hasta el pasado 11 de enero, en EZAE estiman que la pérdida de margen bruto por las ventas en los bares es de 1,46 millones de euros y por entradas de 1,25. El total de perdidas de 2,7 millones».
El presidente de EZAE también critica que a la hora de aplicarles las restricciones «el Departamento vasco de Sanidad ha ido colocándonos con el fútbol o con la hostelería sin más explicaciones».
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