Crítica de 'Diabólica' (2024): HAL 9000, in memoriam

Es una de las 187 películas del catálogo de Blumhouse Productions, la compañía de James Wan, uno de los maestros (y de los amos) del miedo cinematográfico del XXI. Dirige Chris Weitz que ha crecido en el oficio con ejercicios de mucho calado como el 'Rogue One' de 'Star Wars'. Luces y sombras creadas por Aguirresarobe ('Los otros', 'Memorias de un zombie adolescente'...). Los actores son de esos que cumplen pulcramente con su trabajo en citas que van desde 'American Pie' a 'American Beauty'.

A más de más, 'Diabólica' se crece mencionando con elegancia a HAL 9000 y su partida de ajedrez con el astronauta en '2001, odisea en el espacio'. Ustedes saben que HAL es el gran ordenador algorítmico programado heurísticamente de la novela de Clarke y el filme de Kubrick y sus capacidades, similares a las que posee AIA, el asistente personal/doméstico y más de 'Diabólica', ese que al principio parece ser la sublimación de Alexa y después... pasa lo que pasará. HAL, como AIA, poseía capacidades de reconocimiento de voz y facial, procesamiento de lenguaje, lectura de labios, apreciación del arte, interpretación y expresión de emociones y razonamiento.

De por qué una película que podría haber sido tan interesante e inquietante se queda en agua de borrajas es un misterio irresoluble incluso para un ChatGPT 5000.