Crítica de 'Yo no soy esa' (2024): Despertarse en el 2024

Aunque algunos dirán que es insustancial a tope, (casi) todo funciona. Lindamente. Funcionan los actores (Silma, Adam) y funcionan, a lo loquito, muchas situaciones. Una adolescente que se quedó en coma el siglo pasado despierta hoy. Gran shock. Sabrosuelo para el espectador que tiene la tarde sugerentemente tonta y ya se ha visto maravillas como 'Anora' o 'Escape'.

Es una propuesta alegre, juguetona, siempre en movimiento. Dicen, algunos, que sin grandes ambiciones. Puede. Depende de lo que cada quien entienda por grandes ambiciones. No es pequeña la de darle un buen giro, un puntapié a la típica 'comedia romántica', esa que a tantos de tantos de este siglo XXI necesita una vuelta de tuerca y algún que otro meneíllo. No es una nimiedad traer a la pantalla una historia de amistad entre chicas. Depende, sí, de a lo que llamemos 'grandes ambiciones'. Tal como es, funciona (aunque a ratillos pierda el paso) y es una lindeza que suena y resuena rico.