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mitxel ezquiaga
Jueves, 26 de septiembre 2019
Fue el Jueves Gordo del glamur. El festival tuvo que emplearse a fondo para que la 'operación retorno' de las estrellas no colapsara la alfombra roja. Casi a la misma hora en que Donald Sutherland recibía el Premio Donostia más merecido y solemne de la ... historia reciente del Zinemaldia llegaba al María Cristina Penélope Cruz. Mientras Javier Bardem daba entrevistas cargadas de conciencia ecológica la francesa Laetitia Casta apadrinaba la película de la nueva directora Delphine Lehericey. Y entre tanta estrella internacional, la generación más joven de aficionados aclamaba a Mario Casas, que venía a estrenar película en la gala de TVE.
Fue el día de San Glamur, pero hoy puede mantenerse el nivel. Sigue el misterio sobre la visita sorpresa que aterriza hoy en el Zinemaldia y se guarda silencio sobre quién entregará el premio a Cruz. ¿Será la misma persona?
Pero vayamos por partes. Ayer era territorio Sutherland. Tiene 84 años y llegó entre rumores de una frágil salud, pero el actor sigue hiperactivo. Usa el bastón por necesidad, pero lo mueve con soltura, como si fuera capricho de dandi, y lo emplea para bromear ante las cámaras. Su comparecencia frente a los periodistas fue una 'master class' sobre su oficio y luego se subió hasta Igeldo para comer en Akelarre. Allí se hizo una foto luego con Pedro Subijana, otro gentleman de los fogones. Los dos juntos parecen los protagonistas de una película de maduros con clase... aunque el cocinero precisa que él tiene «solo» 70 años. «Ha estado muy simpático, natural y agradable», comentaba Subijana. Lo mismo dijeron quienes le acompañaron la víspera en la visita a Chillida Leku.
Por la tarde Sutherland descansó y por la noche llegó la gala del Kursaal, con un feliz José Luis Rebordinos en el papel de 'entregador' del premio.
Igual de activo estuvo Javier Bardem. Acompañado de su hermano Carlos y del director Álvaro Longoria, con quienes ha realizado el documental de Greenpeace en la Antártida, ofreció un aplaudido estreno en el Victoria Eugenia y presidió después en la carpa de la Zurriola la entrega del premio Lurra. Ahí coincidió con Laetitia Casta, protagonista del filme premiado por este galardón que distingue a la película con mayor valor ecologista. Y también con el director Julio Medem, con quien se fundió en largo abrazo. Bardem recordó los años que lleva viniendo a San Sebastián, desde que era un principiante hasta este año. Tras su protagonismo de ayer hoy cede el primer plano a su mujer, Penélope Cruz.
Por los pasillos del María Cristina Bardem coincidió con Mario Casas, que volvió a confirmarse como icono de una generación de jóvenes admiradoras. Ocurre cada año: la visita de Casas arrasa entre el público 'teen'. Llegó a media tarde y la organización tuvo que cerrar al tráfico el paseo de la República Argentina por el colapso de fans. El intérprete, tocado con un sombrero negro, pasó más de diez minutos firmando autógrafos y haciéndose selfies. Venía a presentar en la gala de Televisión Española la película 'Adiós', de Paco Cabezas, que protagoniza con Natalia de Molina. Ayer fue el día del ente público, que presentó su batería de ayudas al cine.
Así son las cosas: Sutherland provoca pasiones tranquilas y Casas más intensas. Pero de cerca sigue siendo un tipo tranquilo, que dice que aún está aprendiendo y que disfruta de cada visita a Donostia. El periodista de TVE José Fernández destacaba que su papel en 'Adiós' lo confirma «como actor de primerísima línea».
En el atasco de estrellas había ayer veteranos poco amigos del glamur como Ken Loach. El director, que presenta en Perlas 'Sorry We Missed You', dice que viene feliz a este festival «porque propicia el intercambio de ideas». «Me encanta San Sebastián, pero vengo a hablar de lo mío», confiaba Loach. Y lo suyo es la denuncia de un sistema económico que no le gusta. En esta edición se confirma que los octogenarios son los más rebeldes.
Más tranquila paseaba ayer por el festival Laetitia Casta. La actriz y modelo francesa interpreta a la protagonista de 'Le milieu de L'horizon', una mujer rural que en los años 70 se enamora de otra mujer y abandona su casa. Casta se ha convertido en los últimos tiempos en asidua de la ciudad: estuvo el año pasado con su marido Louis Garrel presentando 'Un hombre fiel' en Sección Oficial y en verano volvió a acompañar otra vez a su pareja, protagonista de la comedia donostiarra de Woody Allen. Garrel y Casta vivieron una noche romántica en el Akelarre, el mismo escenario donde comió ayer Sutherland: así se cierra un círculo y así se cierra esta crónica.
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