Álex de la Iglesia recuerda en Venecia que la lucha contra el diablo «no es ninguna broma»

«Creo que '30 monedas' es la serie más seria e incluso dramática que he hecho», aseguró su autor. El título alude a las monedas de plata que recibió Judas Iscariote por traicionar a Jesús de Nazaret. La trama arranca en el municipio segoviano de Pedraza. «El diablo está presente en cada esquina oscura de un pueblo castellano», sostiene el realizador. Allí vive recluido el Padre Vergara (Eduard Fernández), exorcista, boxeador y exconvicto. Cuando Vergara es relacionado con una serie de fenómenos paranormales ocurridos en el pueblo, Paco, el ingenuo alcalde (Miguel Ángel Silvestre) y Elena, una inquieta veterinaria (Megan Montaner), tratarán de desvelar los secretos de su pasado y el significado de la antigua moneda que el sacerdote mantiene oculta.

Álex de la Iglesia explicó que ahondó en la figura de Dios y del demonio durante sus estudios de Filosofía en la Universidad de Deusto junto a muchos sacerdotes. Sin embargo, en su cine siempre lo abordó desde un punto de vista «cómico y cínico», como en su segunda película 'El día de la bestia'. «Ahora las cosas han cambiado y, desde luego, esta serie es dramática, de terror, en la que existe un punto de vista si quieres costumbrista o naturalista a la hora de abordar el horror, pero en ningún caso cómica», defendió. «Como si se mezclaran 'Historias para no dormir' con 'Crónicas de un pueblo'».

Para la realización de todo este mundo el director se inspiró, por supuesto, en el clásico del género 'El exorcista' (1973) y en un documental sobre su creación que su autor, William Friedkin, presentó precisamente en la Mostra hace un par de años. El autor de 'Perdita Durango precisó que para preparar '30 monedas', coescrita por su guionista habitual, Jorge Guerricaechevarría, también ha tenido en cuenta a «personajes reales», como el padre José Antonio Fortea, sacerdote y teólogo especializado en demonología.

Para De la Iglesia, el protagonista de '30 monedas' es «una especie de Rambo», un soldado que vive en un pequeño pueblo en el corazón de España hasta que revive sus batallas del pasado en medio de un ambiente paranormal. «Siempre estuve obsesionado con las películas de terror, pero al mismo tiempo soy católico», reconoció. «Ahora en España no hablamos de religión ni somos particularmente religiosos. Sin embargo, en un sustrato la tenemos muy presente, como todos los sufrimientos y dolores que se han acumulado en generaciones. Si realmente no te importa la religión no piensas en ella», puntualiza.

El director cree que esta pugna eterna entre el bien y el mal «es tan bella que debía ser usada». Su estancia en Venecia no solo se debe al festival: estos días prepara 'Veneciafrenia', primer largometraje de su sello de cintas de terror 'The Fear Collection', para el que se ha unido a Sony y Amazon.