Unamuno abandona el Paraninfo de la Universidad de Salamanca el 12 de octubre de 1936 tras su enfrentamiento con Millán Astray. Efe

Las cartas de los últimos días de Unamuno

Salen a la luz dos misivas que envió a Henry Miller y confió a una antigua alumna en diciembre de 1936

Lunes, 2 de septiembre 2024, 00:22

Dos cartas escritas por Miguel de Unamuno poco antes de morir se han dado a conocer recientemente y aportan matices sobre su posición política frente al franquismo. Explican con mayor claridad una de sus frases más famosas: «Vencer no es convencer, ni conquistar es convertir». ... Una de las misivas se la envió a Henry Miller el 7 diciembre de 1936 y en ella arremete contra «el fascismo español, que es aún peor que el italiano o el alemán». La otra se la confió a una bibliotecaria de Burgos que había sido alumna suya, y que decidó memorizarla en lugar de guardarla por miedo a represalias.

Publicidad

El investigador Carlos Sá Mayoral ha publicado un libro con un título largo: 'Miguel de Unamuno: ¿Muerte natural o Crimen de Estado?. Henry Miller y Francisco Franco en la desaparición del escritor'. En él traza dos líneas de investigación e hipótesis. La primera busca encontrar un hilo que una a Franco con la situación y muerte de Unamuno, conocer si estaba al corriente o no de las circunstancias en las que vivía el escritor. Y concluye que sí, por la información que le pasaba el Jefe del Servicio de Inteligencia militar (SIM). La segunda se centra en una misiva a Henry Miller del 7 de diciembre de 1936, interceptada por ese Servicio y que Sá Mayoral publica en su libro.

En esa carta Unamuno dibuja claramente su posición. Se muestra consciente de su encierro: «Cuando pueda evadirme de esta prisión, tendré que desterrarme a mis más de 72 años, arruinado». Pero, sobre todo, muestra su posición de crítica al franquismo: «Quiero que se sepa cuál es mi posición, que si me adherí al levantamiento de Franco contra la barbarie del 'frente popular' no renuncié a atajar la barbarie de la reacción a éste, el fascismo. Y que por haber intentado cortar el terror blanco de asesinatos y confiscaciones me veo en prisión y en desgracia».

La carta que envió a Henry Miller. E. C.

Para concluir, se muestra muy crítico con el sistema político franquista: «Diga a los españoles liberales e inteligentes […] que el fascismo español es aún peor que el italiano o el alemán. Que es odio a la libertad de conciencia, odio a la inteligencia, odio a la libre individualidad».

Publicidad

La carta a Henry Miller deja clara su postura crítica ante el franquismo y el fascismo y, según la interpretación de Sá Mayoral, fue una imprudencia de gran calado, puesto que llevó a Salvador Múgica, jefe del servicio de espionaje (SIM) a informar de la carta al Excmo Sr, Gral Jefe de los Ejércitos de Operaciones, subrayando que Unamuno sigue «insistiendo en los conceptos injuriosos consabidos sobre la situación nacional».

Ana María Díaz Marco, catedrática de Literatura Española en la Universidad de Connecticut, publicó un artículo en 'El País' el 16 de julio en el que daba cuenta de una misiva perdida del escritor. Según su relato, Unamuno escribió dos meses más tarde del famoso discurso en el Paraninfo una carta que confió a María Luisa González Rodríguez, bibliotecaria en Burgos que había sido alumna suya, para que la sacara de Salamanca, cuando se disponía a partir al exilio. Los familiares de María Luisa le convencieron de que no la llevara consigo por miedo a que fuera requisada y a las consecuencias posteriores.

Publicidad

Contra la barbarie

«El fascismo español es aún peor que el italiano o el alemán. Es odio a la libertad de conciencia»

María Luisa aprendió los fragmentos más importantes de la carta de memoria y su marido, Juan Vicens, transcribió sus ideas claves y publicó un artículo con ese material en 1945 en la revista mexicana 'Aragón' con el título de 'Unamuno y el franquismo'. Según este testimonio, Unamuno refrendaba las ideas que hizo públicas en el Paraninfo. En diciembre afirmaba que los franquistas «estaban hundiendo a España en la vergüenza y en la estupidez». Se dolía de la represión y la muerte en una crítica a la «fría, metódica, científica y sádica represión franquista». Y expresaba su horror por la asistencia de «damas y señoritas piadosas» a las ejecuciones y al contemplar los cadáveres de los fusilados por los falangistas.

«Escribía a todo el mundo»

Años más tarde, en 1961 y en Bruselas en la revista 'Nuestras ideas', María Luisa González Rodríguez publicó sus recuerdos. No hacen referencia a la carta, sino que se centran en su experiencia vital en torno a diciembre de 1936. Ella afirma que vio a Unamuno el día 17 de ese mes (murió el 31). «Me contó cómo escribía a todo el mundo para que se enterasen de lo que pasaba», evocaba. Y advertía a Marañón y a Ortega: «Esto es una feroz locura colectiva».

Publicidad

Esta situación termina en una paradoja. La carta que no se envió y se memorizó por miedo a que los servicios de censura se la quedasen y no llegara a su destino es la que no se ha conservado. En cambio, la carta que se envió y fue interceptada ha sido publicada y podemos conocer su contenido. La paradoja era el sello de Miguel de Unamuno. Una paradoja que nos ayuda a comprender mejor la posición política en sus últimos días.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad