Javier y Jaime Martos, más la fea máscara antigás Piru Lamiako

El Capitán Elefante se merece más

El Bafle ·

El cuarteto baracaldés estrenó en el Azkena su tercer disco, 'Electroconfort', enganchando a la audiencia a pesar de que la acústica no estuvo a su altura

Domingo, 27 de octubre 2019, 12:40

Mejores que el 95 % de los grupos indies españoles, y quizá nos quedamos cortos, son los vizcaínos El Capitán Elefante. El sábado noche estrenaron en el Azkena bilbaíno su recomendable tercer larga duración, 'Electroconfort', ante casi 200 personas, muchas de ellas cercanas a ... ellos y la mayoría mejor vestidas. De hecho, al acabar el show nos colamos en el camerino a cantarles las 40: hay que cuidar más la estética y no salir a escena con camisetas negras a esas edades, que parecían músicos de jazz desganados (que elijan camisas chulas, zapatos vistosos…), tendrían que eliminar esa suerte de logotipo que es la máscara antigás con larga trompa colgada del micrófono (por burda, fea y engañosa; además da miedo y desubica), y mejor si dijeran menos tacos (lo observamos en su día sobre Doctor Deseo y su cantante Francis ya no suelta tantos cuando sube a un escenario). «Es que somos de Barakaldo», alegó el amado líder, Javier Marcos, pero no es plan. De Barakaldo, jolín.

Publicidad

Además, aunque no fue culpa de ellos, ese sábado su concierto sufrió las deslucidas luces del Azkena, sonó escaso de volumen (no les permitieron meter más caña) y estuvo mal ecualizado: la batería parecía de lata, las dos guitarras no se oían (un poco la solista del hermano Jaime Martos en la segunda mitad, un Jaime que después nos confesó que no había tocado a gusto), y menos mal que la voz sí, pues uno de los méritos de El Capitán Elefante (antes se llamaban Arde Asia, un nombre con más gancho, ¿no creen?) es su loable y sugerente potencial lírico (por ejemplo el sábado cantaron cosas así: «eras la más guapa y ahora eres un espectro… Dicen que otra vez estas metida en lo de siempre, ¡la misma mierda de siempre!»).

Pero atención: empero lo antedicho, fue un buen concierto, perjudicado por el sonido y el volumen pero que conectó desde el principio con la audiencia, no sólo formada por amigos. ECE (un acrónimo que suelen usar y con el que despistan más: ¡es que estos tíos no dan ni una a derechas!, ¡ni que lo hicieran a posta!, ja, ja…) en 83 minutos tocaron 17 canciones separadas en cuatro bloques en la lista del repertorio, delimitaciones perceptibles cuando paraban para afinar y hablar, o al reaparecer para el bis.

Entre amigos

En el primer bloque (el término es del líder, Javier Marcos, ¿eh?) tantearon el ambiente y se notó que las condiciones sónicas no eran las mejores y que no alcanzaba el potencial merecido su power pop entre los Cars sin teclados y los Weezer sin distorsión ('El pie izquierdo de Elvis'), aunque sí dieron en la diana en la misantrópica 'Enfermos de tristeza'. A la tercera, 'Accidentes provocados', fue cuando calculamos que son mejores que el 95 por ciento de los grupos indies españoles, y a la cuarta, 'Negativo', pensamos que si fueran de Granada romperían la pana en toda España.

El segundo bloque les quedó bastante contundente: superaron a Izal en la bailonga 'Un millón de hombres' (la de gira, gira…) y en 'Xanadú' cuando menos se situaron a la par que Surfin' Bichos. El tercer bloque, de cinco canciones y no de cuatro como los demás, contuvo la mejor canción del setlist, la roquera 'El 1 %', que sonó como Lagartija Nick cuando aún eran preclaros. Muy bien a lo The Smitherees les salió también 'Otro día más', otra composición suya con capacidad para alcanzar el éxito, donde la gente coreaba y se dejaba llevar, pues se mostró siempre muy receptiva. Y en el bis o cuarto bloque (aquí fue cuando lo llamó así Javi y se preguntaron unas espectadoras a nuestra derecha: «¿bloque?»), se lucieron en 'Vamos a bailar' (funk guitarrero a lo Tequila, y no era la primera vez que lo pensábamos) y en el rock 'Agoraphobia', y se despidieron con los guiños a Mecano del funk algo Tequila otra vez 'Joder, qué pesados!'.

Publicidad

Pudo haber sido un muy buen bolo, pero por culpa del volumen escaso y la ecualización mala se quedó en bueno sin más. Y es que, como fans que somos, nos creemos con derecho a exigirles más. Y es que está claro, estuvo claro el sábado, que El Capitán Elefante se merecen más. ¿Esto es ser un grupo maldito? ¿Un grupo bueno al que las cosas les salen mal y deben conformarse con una fiel minoría de seguidores? Hum...

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad