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Es una de las grandes apuestas del Teatro Real de Madrid y de la temporada lírica en España. Apenas quedan entradas para el estreno del próximo día 22, con precios que llegan a los 413 euros, y no faltarán aficionados de Alemania, Suiza o Dinamarca ... que vengan expresamente a disfrutar del montaje de 'El ángel de fuego', del compositor ucraniano Serguéi Prokófiev (1891-1953), con dirección orquestal de Gustavo Gimeno y planteamiento escénico de Calixto Bieito.
Como es habitual, el director artístico del Arriaga no da abasto: estos días se encuentra en la Ópera de Viena ultimando los preparativos de un montaje de 'Tristán e Isolda' y este viernes presenta en Madrid, en las Naves del Español en Matadero, la producción de 'Erresuma / Kingdom / Reino' que ha estado en cartel durante tres semanas en Bilbao. Una vorágine que culminará en el momento en que suba el telón del coliseo lírico de la plaza de Oriente. El montaje es una nueva producción del Teatro Real en colaboración con la Opernhaus de Zürich, donde se estrenó en 2017.
Hasta el 5 de abril se alternarán dos repartos para afrontar las diez funciones previstas. Destaca la presencia de la soprano lituana Ausrine Stundyte -una de las cantantes fetiche de Bieito-, pero también hay una escuadra rusa de mucho prestigio: la soprano Elena Popovskaya (habitual del Bolshói de Moscú y el Mariinsky de San Petersburgo); el tenor Vsevolod Grivnov (muy conocido en el Bolshói); la mezzo Olesya Petrova (solista del Mariinsky durante décadas); y el bajo Dmitry Ulyanov, con mucho predicamento en España desde que debutó en el Teatro Real en 2011. Tampoco falta en el reparto un intérprete ucraniano, el bajo Pavel Daniluk, que asume en la trama el rol de Inquisidor que ordena torturar y lanzar a las llamas a la protagonista de la ópera.
La expectación ante el estreno de 'El ángel de fuego' se ha disparado con motivo de la invasión de Ucrania. Casualmente el autor de la ópera -uno de los grandes del siglo XX- falleció el mismo día y año que Stalin, el 5 de marzo de 1953. Ucraniano de nacimiento, Prokófiev vivió entre 1918 y 1933 en Japón, Estados Unidos y Francia, pero su autoexilio no se debía a razones ideológicas. Lo que él buscaba era tranquilidad para trabajar, lejos de la turbamulta de la Revolución Rusa. En Occidente se le presentaba como un ejemplo de «bolchevismo musical» y despertaba mucha curiosidad. Con el tiempo y algunos altibajos, terminó regresando a su país. En 1933 decidió echar raíces definitivamente en su tierra. Allí se convirtió en uno de los representantes más destacados del gremio musical soviético, por lo que tuvo que plegarse a los requerimientos estéticos del realismo socialista.
Compuesta entre 1919 y 1927, 'El ángel de fuego' estuvo a punto de estrenarse en Berlín, pero el director de orquesta alemán Bruno Walter se echó para atrás. Fueron infructuosos todos los intentos por sacar adelante la ópera más esotérica y alucinatoria de Prokófiev. Inspirada en una novela de Valeri Briúsov, todo gira en torno a un trío atrapado por lo sobrenatural, el sexo y las garras del Maligno. A Stalin no le entusiasmaba y tachaba el contenido de «decadente».
Prokófiev siguió revisando la partitura casi hasta su muerte. Se estrenó póstumamente en forma de concierto y traducida al francés, en 1955, en París. Poco después se representó en Venecia, con dirección escénica de Strehler y en lengua italiana. En 1977 se recuperó la versión en ruso y mucho después, en 1993, la Orquesta del Teatro Mariinsky de San Petersburgo, a las órdenes de Valeri Guérguiev, grabó un registro en CD y DVD que le hizo justicia.
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