El Bosque de Oma recupera las visitas mientras pintan los 19 árboles que faltan

Esta última es de especial complejidad y su recuperación comenzó en la fase inicial de la obra, desarrollada el pasado verano. El profesor de la UPV Fernando Bazeta, que dirige la intervención, explicó lo que han aprendido en estos primeros meses, cuando volvieron a pintar 14 de los 33 motivos en un total de 454 árboles. «Por una parte está el traslado de las pinturas, los relieves geográficos. Pero lo importante son los conceptos emocionales unidos a esa materialidad. Las preguntas que Ibarrola se hacía y las respuestas que encontró».

Han realizado un trabajo de investigación y cuentan con el asesoramiento de la familia Ibarrola. Para ellos es «una gran satisfacción» que el bosque de Kortezubi, afectado por la enfermedad de la banda marrón del pino en su emplazamiento original, vuelva a nacer en terrenos muy próximos «y tenga una larga vida». Sobre todo agradecen la recuperación de elementos de los que solo quedan «huellas fotográficas», que son especialmente significativos. Corresponden a la época, a principios de los 80, en la que «empezó a elaborar la base sobre la que construiría todo el bosque. Y no solo eso, seguramente todas las intervenciones en la naturaleza que desarrolló posteriormente», explica su hijo Jose, también artista.

Estas obras son fruto de «una reflexión sobre la actualidad de aquel momento». 'Amenaza nuclear' surgió en la Guerra Fría y ahora vuelve a interpelarnos con la invasión de Ucrania. La iconografía de Ibarrola es muy reconocible, «la que se usaba en los murales callejeros, en muchas pintadas políticas de todos los signos posibles». Son «imágenes muy potentes, pero al pasar por diferentes manos se fue desvirtuando su personalidad. Yo me acuerdo de que era capaz de identificar quiénes están en la iconografía de Agustín y quiénes se habían ido alejando», asegura su hijo.

Los motivos geométricos y abstractos son «relativamente sencillos». Lo que más le preocupa del proceso de traslación es «que las figuras humanas, donde más se reconoce la huella del pintor figurativo, tengan su sello característico. Por ello seguiré martirizando a Fernando y su equipo», apostilló. De momento, el trabajo «recoge muy bien el espíritu y la manera de hacer de mi padre. Estamos muy contentos».

En total, la Diputación invertirá en torno a un millón de euros en este proyecto. Al ampliar la superficie -de 4,5 a 12 hectáreas- algunos conjuntos como 'Ojos', 'Círculos de colores', 'Ritmos envolventes' y 'Animales del bosque' adquieren mayor dimensión, algo que «recoge la idea originaria del artista» aunque en su día no lo pudo realizar. Los títulos son de «autoría colectiva», porque él no los ponía. Al final, más de 800 árboles pintados integrarán la obra. Se controlará el estado de cada uno de ellos mediante monitorización y se activará un sistema de seguridad para casos de emergencia.

Los caminos se están acondicionando y se crearán zonas de descanso en el recorrido, de más un kilómetro. Las visitas guiadas se organizarán desde el 1 de abril hasta septiembre de lunes a domingo, a las 10.30 en castellano y a las 12.30 en euskera. Hay que concertar cita previa en el teléfono 94 465 16 57. La diputada de Cultura, Lorea Bilbao, ha recalcado que «no se puede ir por libre mientras se esté terminando la obra. Hay que estorbar lo menos posible y disfrutar del proceso», ver cómo avanza la creación artística en plena naturaleza.