Ver 11 fotos

Escena del pase gráfico de la obra, que reproduce un mitin anarquista Jordi Alemany

Bilbao salda «una deuda con Baroja» al llevar al teatro 'La lucha por la vida'

El Arriaga estrena el viernes un ambicioso montaje dirigido por Ramón Barea, con diez intérpretes vascos que dan vida a un centenar de personajes

Teresa Abajo

Bilbao

Miércoles, 15 de febrero 2023, 13:42

«Es lamentable el abandono en el que se les deja a esos chicos. En otros países crean asilos, escuelas...». La adaptación de la trilogía 'La lucha por la vida' que estrena el Arriaga este viernes va «a la esencia» de las novelas de Pío ... Baroja con un montaje sobrio que busca hacer reflexionar al espectador. En la escenografía creada por Jose Ibarrola, un muro representa el «Madrid en construcción» de finales del siglo XIX y «la zona fronteriza donde estallan los conflictos». En el pase gráfico ofrecido esta mañana han escenificado un mitin anarquista en el que resuena el lenguaje del autor. «Cuando un pueblo tiene un cacique, no se le pregunta si tiene razón, sino si tiene fuerza. Es la ley natural, la lucha por la vida».

Publicidad

Así suena un proyecto ambicioso que el Arriaga realiza en coproducción con el Teatro Español. «Vamos a ver adónde nos lleva este viaje», afirma el director artístico, Calixto Bieito. La idea no surgió al amparo de los actos conmemorativos por el 150 aniversario del nacimiento de Baroja. Como ha explicado el director de la obra, Ramón Barea, «hay una deuda pendiente» con un autor muy leído pero poco representado. Su literatura «atrapa a muchos jóvenes» pero en su opinión «no se le reconoce lo suficiente. Paga el precio de su independencia. «Vivimos en una sociedad en la que no se permite que alguien no sea claramente de un partido o de una ideología».

El Arriaga, además, quiere «levantar el gafe» que tenía con Baroja, tras los dos proyectos frustrados –dirigidos por Luis Iturri y Adolfo Marsillach– para llevar a escena 'La leyenda de Jaun de Alzate'. Dentro de su extensa producción, han elegido «lo más difícil». En lugar de montar una de sus obras de teatro, adaptan tres novelas en una misma función. 'La busca', 'Mala hierba' y 'Aurora roja', publicadas entre 1904 y 1905, retratan la miseria de los bajos fondos a través de la historia de Manuel Alcázar, un adolescente que llega a la ciudad desde un pequeño pueblo soriano.

El autor en escena

José Ramón Fernández, que ganó el Premio Nacional de Literatura Dramática en 2011, ha realizado la adaptación con dos premisas: mantener todo lo esencial y ser fiel al autor. Cuenta Barea que la primera versión tenía 500 páginas y fueron «picando piedra» hasta dejarla en «ciento y pico». En total hay un centenar de personajes a los que dan vida diez intérpretes vascos. Alfonso Torregrosa bate el récord con 23 y el joven Arnatz Puertas, que debuta en el Arriaga, encarna al protagonista. Es el único que no cambia de registro junto a Ramón Barea, que interpreta a Pío Baroja.

Publicidad

El autor es «como un demiurgo» que subraya frases e intenciones y toma parte en algunas escenas. «Para los teatreros, una especie de Tadeusz Kantor», que daba indicaciones a los actores en escena como si se tratara de un ensayo. Itziar Lazkano, Idone Irazabal, Diego Pérez, Olatz Ganboa, Aitor Fernandino, Leire Ormazabal y Sandra Martín completan un elenco curtido y capaz de mostrar múltiples registros, de los golfillos de la calle a la casa de huéspedes, la tahona, la imprenta y las corralas donde imperaba lo que Baroja llamaba «el comunismo del hambre».

La acción adquiere un «ritmo vertiginoso», cinematográfico, una sucesión de 60 escenas breves que «trazan el perfil de una época con resonancias con la actualidad». Barea dice que el espectáculo les ha quedado «muy brechtiano. Al espectador no le da tiempo a encariñarse con los personajes ni a sentir compasión por ellos». Hay una distancia que le convierte en observador y le hace reflexionar sobre aquella sociedad sin red donde la supervivencia era la única regla «y sobre el mundo en que vivimos».

Publicidad

Por lo visto en el pase gráfico, el mensaje llega con claridad apoyado en el trabajo interpretativo y sin estridencias. La música de Adrián García de los Ojos empieza con un vals e incluye pasodobles, habaneras y charangas, con un leit motiv que se repite en distintos compases y estilos. El vestuario de Betitxe Saitua, en tonos grises y con complementos muy reconocibles que se cambian rápidamente, es expresivo y participa de esa sobriedad tan barojiana. Como él mismo decía, «si el drama es bueno, yo creo que no necesita de nada, ni aun siquiera de decoraciones. Una compañía de actores excelentes representando a Hamlet en camiseta, creo que haría estremecer al público»

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad