'Berpiztu', la lucha de Kepa Junkera, se reconvierte en una serie para Primeran

La narración aborda el drama de Junkera, víctima de un ictus hace cinco años, y no obvia su situación actual. La historia comienza con imágenes de su proceso de rehabilitación y de una persona que limpia sus trikitixas, ordenadas en estantes. «No he recurrido a paños calientes», aduce. «No podíamos hablar en pasado, sino en presente, y en un documental surgen ideas, la de los acordeones fue suya, y al montar la secuencia inicial me vino a la cabeza y pensé que era posible que se hubiera dado cuenta de su importancia simbólica».

El trabajo con el protagonista del relato fue sencillo. «Pero era una historia difícil de contar porque quería explicar cómo vive hoy con la responsabilidad que te entra de no hacer daño», admite y señala que el respeto a ese equilibro condujo todo el proyecto.

Las vidas de artistas se han convertido en una especie de subgénero dentro de este tipo de proyectos. «Ha habido un 'boom' en la producción en general», afirma y lo explica desde su carácter más asequible y la disponibilidad de las plataformas. «Las historias biográficas son siempre interesantes y hay mucho material de archivo del que tirar, material que está ya digitalizado y es fácil de encontrar y trabajar con él, algo que antes se podía convertir en un infierno». El documental de Junkera se ha nutrido de 1.000 horas de grabaciones. «Imagina las posibilidades que te da todo eso, que nadie ha visto nunca, si eres capaz de encajarlo en el puzzle del documental».

La iniciativa de Primeran puede incentivar la puesta en marcha de proyectos tanto de ficción como documentales, «que son más complicados porque hay menos expectativas de audiencia, aunque cuentan con la ventaja de que necesitas menos dinero». La emisión de este tipo de audiovisuales en televisión se ha vuelto muy complicada. «Ahora nadie espera una semana para contemplar el capítulo siguiente», señala y menciona que los cambios también han llegado a los formatos. «Se tiende a episodios más cortos para poder contemplarse en dispositivos como el móvil o la tablet, y los creadores debemos asumir el reto».

Hay muchas historias reales que pueden llevarse a la pantalla. «Hace dos meses colgamos 'Baserritik basamortura', la peripecia de dos chicos que acomodan el cuatro latas de aitite para ir a un rally en el desierto», explica y señala que los artífices se pusieron en contacto con él para grabar un vídeo con el que conseguir esponsorización. «Al final, se transformó en un documental porque hablan de los retos», alega. «La vida te da sopapos y en tu mano está superarlos».

El caso de Kepa Junkera es uno de esos ejemplos de esfuerzo ante las adversidades. Él no lo esperaba. «Me ha dado vergüenza en el buen sentido», confiesa y asegura que no lo esperaba. «Me ha sobrepasado». El artista agradece que ahora «se pueda ver tranquilamente en casa oyendo arder la leña en el fuego bajo» y que sus responsables han hecho un trabajo increíble. «Han hecho un trabajo increíble. Que me perdonen si pensaba que domar 'Berpiztu' era fácil».