Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El Bilbao BBK Live apura los preparativos de su décimo séptima edición mientras los primeros festivaleros ya acampan en Kobetamendi, que acogerá del jueves al sábado un centenar de conciertos. Los arranques siempre son complicados y en este caso el camping del festival, cuya apertura estaba prevista a las 12.00 del mediodía, ha abierto sus puertas con cerca de dos horas de retraso. Esta circunstancia no ha apagado el buen ánimo de los campistas, que se han tomado con filosofía y han buscado una sombra para descansar durante la espera.
Noticia relacionada
Leire Moro
Durante estos días Bilbao suma un nuevo barrio a su callejero: el camping del BBK Live. A él llegan Carlos y Marina directos desde A Coruña para vivir su primera edición de este festival. Llegan atraídos por Prodigy y Massive Attack, aunque reconocen que las entradas fueron un regalo. Son festivaleros pero hasta ahora habían asistido sólo a eventos de música electrónica y metaleros. «Este abarca muchos estilos, así que venimos a vivir una nueva experiencia». Para ello, su kit de supervivencia está formado básicamente de «música, cerveza y la riñonera». Y como buenos gallegos, siempre traen algo de abrigo «aunque parece que se han alineado los astros para que tengamos buen tiempo».
Recién aterrizados desde el norte de Italia, la pareja formada por Simone y Camila no pierden la sonrisa y declaran sus ganas de «bailar mucho y abrazar personas» en su primera vez en el BBK Live. En España han acudido a los festivales Sónar y Dreambeach en Barcelona, pero «muchos festivales alrededor del mundo» que es imposible para ellos acordarse de todos. Nada más instalarse, explican que bajarán a por provisiones al supermercado y a conocer la Villa. El Guggenheim es la palabra más repetida por los foráneos como lo primero que pretenden visitar esta tarde antes de que este jueves arranquen los tres días completos de música en Kobetamendi.
Irene y Alejandra se estrenan en el festival de la capital vizcaína. Reconocen que se animaron tras ver el cartel y por recomendación de unas amigas que estuvieron el año pasado. Tenían miedo de que lloviese y se formase barro, pero se declaran encantadas con un buen tiempo que les ha sorprendido. «Igualito que en Alicante», exclaman. Se traen un atuendo pensado para cada día con el fin de lucir su look con estilo, pero con otras prendas en la maleta «por si las moscas» como, por supuesto, un chubasquero. Después de instalarse, su plan es conocer los puntos de interés de Bilbao y, como les han contado que se come «muy bien», probar los pintxos.
«Nosotras no vamos a acampar, sino al glamping con la tienda de campaña ya montada», explican las alicantinas que han viajado en avión y traer la suya propia les era complicado. Esta opción cada vez tiene más adeptos que apuestan por contratar este servicio de tiendas ya montadas y listas para entrar, para no tener que cargar, montar ni desmontar la suya. Así, tienen una preocupación menos y pueden centrarse en disfrutar del festival.
También son primerizos en Kobetamendi los catalanes Ana y Marc, que se alojarán en el camping normal. Parcels, Chill Mafia y Derby Motoreta's Burrito Kachimba son los principales atractivos que han empujado a estos jóvenes de Barcelona a acudir al BBK Live. Sus imprescindibles para estos tres días de festival es mucha agua, comida (nueces especialmente), la tienda de campaña y cargadores portátiles. Confiesan que no tienen mucha experiencia acampando, pero se muestran ilusionados con el festival. «A ver lo qué pasa, pero conseguiremos sobrevivir», manifiestan.
«Estoy intentando manipular su gusto musical», responde entre risas Javier sobre por qué trae a su hijo Noel al BBK Live desde Fuengirola. Hay muchas formas y compañías para vivir la música, pero la de esta relación paternofilial llama la atención entre los grupos de amigos. Es la primera vez que visitan Bilbao, pero cuenta que ya han ido a varios festivales juntos. «Ya que no le voy a poder dejar grandes herencias le dejaré grandes experiencias.» Y teniendo oportunidad de venir a ver a sus grupos favoritos, no hay mejor vivencia que el vivo y el directo. El padre relata que también pone su música en casa, no le gustaría que pasara un verano sin un momento viviendo un festival. Aprovecharán las mañanas para conocer Bilbao, mientras disfrutarán las tardes de conciertos para volver a casa «llenos de música».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.