Así concibió Isozaki las torres de Uribitarte

-¿Qué vio usted desde el monte?

-Es difícil de explicar. Desde allí arriba, tenía claro que debía buscar lo que le faltaba a Uribitarte. Y vi claramente una puerta entre los edificios, porque era necesario conectar el Ensanche y la ría.

-Frank Gehry también esbozó el Guggenheim desde La Salve. Parece que, entre los arquitectos, la primera impresión es la que vale.

-Es cierto que la primera imagen es importante, aunque luego haya que desarrollarla. Los proyectos que no han tenido una buena idea inicial cuesta más realizarlos.

-¿Vive de cerca el proceso creativo?

-Este proyecto supone mucho para mí. Mirando el perímetro entendí que es mejor fragmentarlo y así nació la idea de hacer edificios en biombo. Los materiales son también diferentes para no dar imagen de masificación.

-¿Es partidario de que la arquitectura se use más que se mire?

-Es evidente que la visión desde lejos es importante, pero me gusta más cómo la gente puede utilizar la arquitectura, que pueda pisarla. En Uribitarte habrá escalinatas y una plaza para utilizar.

-Aunque no está en su mano, ¿comparte que las viviendas de la zona sean tan caras?

-Es una pregunta difícil. El sistema económico actual está hecho así. Siempre me interesó el espacio abierto en este proyecto, pero, en todo caso, si no hay una intervención económica potente esté espacio público no se podría hacer.

-¿Cómo le gustaría que fuesen recordadas sus obras?

-No pretendo imponer mi firma. La mejor obra es aquella sin firma e integrada en el espacio.

-Tengo entendido que vive de alquiler en un piso, ¿cómo puede ser que uno de los mejores arquitectos no se haya construido su propia casa?

-He decidido no tener propiedades. Ni vivienda, ni coche, ni terreno. Cuando uno pertenece a una sociedad siempre quiere mantener sus propiedades. Pero un día decidí no hacerlo e invertir en mis proyectos.