Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
De las muchas satisfacciones que depara esta profesión figura, sin duda, la posibilidad de conocer a tipos como Arturo Fernández. Perdí la cuenta del número de entrevistas que le hice, pero no serán menos de 20. Siempre me encontré al mismo hombre: seductor, educado, socarrón, ... nunca tenía una mala palabra hacia los demás... Rara era la vez que no sacaba a colación a su madre: «Siempre me decía que tenía que andar muy limpio y, efectivamente, le hice mucho caso. Los de mi generación nos obsesionamos con ir decentemente vestidos y aún sigo con ello», repetía a menudo.
Fernández fue un dandi a la vieja usanza, igual que sus comedias. Parecía siempre recién bajado de un yate, con la camisa desabrochada, asomando el pañuelo del bolsillo de la americana cruzada, cadenones de oro... Y eternamente moreno. Daba igual que llegara a Bilbao, ciudad donde se sentía inmensamente feliz, en febrero que en agosto.
Arturo disfrutaba cada vez que le recordaba los empleos que había realizado antes de subir al escenario: electricista, marinero, vendedor de corbatas... «y también de crecepelos», apostillaba. Pero, por encima de todo, nunca olvidó los dos años que permaneció en los cuadriláteros anunciado como 'El Tigre del Piles'. «Boxeé para sobrevivir, pero al estar mal alimentado no pegaba fuerte», admitía.
Era un galán al que le podía la coquetería -«Pon 57 años, aunque tenga 76»-, le obsesionaba el paso del tiempo -«ya nos queda poco»-, andaba a todas horas con el ego subido -«yo beso muy bien, Luis, y es muy difícil olvidarme»- y le fascinaba la belleza. «¡Tendrían que subvencionarme de lo guapo que soy! Pero no me apetece estirarme la piel porque no quiero ir por la vida con cara de chino».
Era un personaje, en el mejor sentido de la palabra, pero qué gran personaje se construyó. Políticamente incorrecto -«Nunca he trabajado con una mujer fea»-, jamás temió a las críticas, porque seguía al pie de la letra el consejo de, quién si no, su madre: «¡Elógiate tú, que para atacar ya están los demás!». Arturo fue auténtico. Como solo lo pueden ser aquellos artistas que incorporaron el 'chatina' al vocabulario de los españoles y que ya está pensando en su próxima actuación. «Si vuelvo a nacer, que lo haré, te aseguro que seré un cantante de boleros», prometió en 2010.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.