Arteta e Ibarrola hablan de líneas rectas y de proletarios

El 'Interior de estudio' (1917) de Benito Barrueta comparte espacio con una escultura (1980-1981) de Inés Medina, adquirida recientemente por el museo, compuesta por marcos y otros elementos que se refieren al trabajo del artista. En la que relaciona al japonés del siglo XVIII Kitawa Utamaro con el impresionista vasco Adolfo Guiard se subraya su detallismo en las escenas cotidianas.

Por último, Agustín Ibarrola se encuentra con Aurelio Arteta. Ibarrola nunca ocultó su primera inspiración en el pintor de la Escuela Vasca y en su «honradez» al representar el «mundo del trabajo».

Ahora, en el museo, se ve que esa influencia perduró en la misma representación de los proletarios y en las líneas rectas, muy marcadas, que ambos utilizaron para ello en cuadros como 'El puente de Burceña' (1925-1930) y 'Obrero arengando', de Arteta e Ibarrola, respectivamente.

El responsable de colecciones del Bellas Artes Javier Novo anunció que hasta enero se irá cambiando una de las salas cada martes. Hasta entonces se plantearán los puntos de encuentro entre el barroco Jacob van Ruisdael y el contemporáneo Juan Luis Goenaga en el tratamiento de la naturaleza, entre Juan Luis Tellaeche y Néstor Basterretxea, o entre el pintor de la Escuela de Vallecas Ortega Muñoz y el vasco actual de Edu López por sus paisajes casi abstractos.

El director del museo, Miguel Zugaza, informó que desde el 26 de septiembre, cuando se inauguró la exposición sobre Rubens, hasta el domingo 2 de octubre, el museo ha recibido a 4.500 visitantes, de las mejores cifras semanales del año.