Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Durante quince días, el artista Manu Muniategiandikoetxea (Bergara, 1966) ha luchado contra la lluvia en la azotea de la Alhóndiga para pintar y montar la instalación inaugurada ayer. Aunque el buen tiempo acompañó finalmente la presentación de la obra en la terraza del Azkuna Zentroa, mientras los bañistas de la piscina reposaban en las hamacas del solarium y miraban las tres obras coloristas de gran formato en madera «que son suelos en realidad». El pintor se ha inspirado en un descubrimiento durante una residencia en la Academia de España en Roma; al visitar el Parque Arqueológico de Ostia Antica, el puerto de la capital italiana, quedó impresionado por los suelos del siglo III de la sala de banquetes de la Schola di Traiano, «donde instruían a los constructores navales».
«La idea era convertir esta azotea en un estudio. Trabajar quince días y acondicionar los formatos y el material al lugar, pero no ha parado de llover. Las piezas van a ir determinándose con el paso del tiempo, el sol y el agua. Es un experimento», explica el artista. Y se puede caminar sobre ellas. «Antes de ir a Roma, hice una exposición sobre cuerpos geométricos. Y dije que iba a Italia a hacer pintura figurativa, pero cuando me encontré con los suelos geométricos de los romanos de hace 2.000 años, estaban hablando mi lenguaje. Empecé a estudiarlos, medirlos y trabajar con ellos, combinaciones de geometría simples, circunferencias. Ha sido un regalo, un tesoro».
Recuerda así su hallazgo: «La gente va a Roma y no va a Ostia, que está a 25 kilómetros, un pueblo de unas 50.000 personas, con su plaza, el mercado, el palacio para los sacrificios, el teatro.... Pero vi que había un suelo teselado que se ha conservado bajo una capa de barro que eliminaron y ahí estaban los pavimentos. Los buenos los llevaron a los Museos Vaticanos, pero en las esquinas siguen, los puedes pisar».
Además de los pavimentos, la muestra incluye un gran lienzo y estructuras que recuerdan las mesas de trabajo del puerto de Ostia. Todo forma parte de su proyecto Gigantomaquia. La instalación en la Alhóndiga se gesta por una petición del director del Azkuna Zentroa, Fernando Pérez, en base a los resultados de su estancia en Roma: «Construí una especie de caballete-mesa como soporte de los grandes cuadros que tenía que pintar. Y estuve esperando que dejase de caer agua, pero las mesas de trabajo nunca fueron utilizadas porque no paraba de llover, jaja».
Las obras que pueden disfrutarse en la azotea terminarán aquí su recorrido: «Con el sol y la lluvia se quemarán, se transformarán, quedarán como una especie de ruina y ese será el proceso. Hoy ha hecho sol y mira cómo se están doblando». Licenciado en Bellas Artes por la UPV/EHU en pintura y escultura, Muniategiandikoetxea es una figura clave del arte vasco de las últimas dos décadas. En 2000 recibió el premio Gure Artea del Gobierno vasco y tiene obra en el Artium de Vitoria, entre otras exposiciones. En la Alhóndiga hasta el 29 de septiembre.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.