El Bellas Artes de Bilbao recibió un 8% más de visitantes pese a las obras

Pese a los grandes inconvenientes que generan las obras de ampliación del Bellas Artes, la pinacoteca presume de ser «un espacio vivo» aun en reformas, sin haber cerrado las puertas en ningún momento desde que comenzaron los trabajos en noviembre de 2022 y adelantando un puñado de exposiciones para la temporada del próximo año.

Los datos dados a conocer en rueda de prensa este jueves avalan la apuesta de estar «abiertos por obras», ya que desde el 1 de enero de este año han recibido un 8% más de visitantes que en 2023, cuando el museo ya había comenzado a convivir con los trabajos de ampliación. En concreto, 208.000 personas han pasado por el Bellas Artes desde el comienzo del año para visitar el espacio expositivo reducido, gratuito hasta que culmine la obra.

Todo ello a la espera de que la pinacoteca pueda abrir sus puertas con la ampliación terminada, lo que sucederá ya a principios de 2026 tras la última demora en los trabajos. Hasta entonces, y durante todo el próximo año, seguirá abierto con espacios reducidos. En unos meses se prevé culminar la reforma de la parte del edificio de los años 70, por lo que esa pasará a ser de momento la zona expositiva, mientras que el edificio más antiguo pasará a ser restaurado en ese momento.

Respecto al contenido de lo que se mostrará a partir de enero, el director del museo, Miguel Zugaza, ha adelantado hoy una serie de exposiciones entre las que destaca la dedicada al pintor surrealista Max Ernst, que acogerá 54 obras provenientes de la colección de Aram Mouradian, galerista contemporáneo de Ernst, a quien dio a conocer en su galería parisina en los años 20 del pasado siglo. Se trata de 14 pinturas, 34 fototipias y seis dibujos del artista alemán, figura clave del siglo XX.

Por otra parte, el Bellas Artes ha adquirido nuevos fondos documentales de dos ilustres pintores bilbaínos del siglo XIX, Adolfo Guiard y Eduardo Zamacois, con materiales, documentos, cartas o bocetos que conservaban sus descendientes. Asimismo, el museo prevé exponer el cuadro de Zamacois 'El guarda campestre', que perteneció al universal escritor Charles Dickens.

No son estos los únicos fondos adquiridos recientemente por la pinacoteca, que también expondrá material fotográfico de Felipe Manterola que recogen su visión genuina del medio rural vasco, así como el archivo artístico y documental de María Dapena, pintora y militante antifranquista cuya figura artística y compromiso social se busca reivindicar.

En el plano de la restauración, llegará al Bellas Artes en 2025 'La anunciación', de Pedro Berruguete, obra del maestro del Renacimiento español que proviene de una colección privada y nunca ha sido expuesta en público hasta la fecha. Todo ello, tras un complejo tratamiento de conservación.

Completan el adelanto de la programación de 2025 'Alegiak', de Daniel Tamayo, una exposición de las ilustraciones del artista para las fábulas completas de Félix María de Samaniego traducidas al euskera; y la videoinstalación de Pedro G. Romero, premio Nacional de Artes Plásticas, bajo el título 'Las flamencas / Los flamencos'.

Zugaza ha querido destacar también el extenso programa de actividades públicas que el museo ha seguido manteniendo en los últimos meses: «Somos uno de los centros más activos e interactivos de Europa». Asimismo, celebra los crecientes datos de visitantes pese al espacio reducido: «Estamos abiertos por obras, extraordinariamente vivaces o, como diría Borges, vívidos», ha expresado el director.

Por último, algunas exposiciones de este último tramo de 2024 seguirán hasta bien entrado el próximo año. Es el caso de las de Juan Luis Goenaga e Ignacio Zuloaga, las dos hasta marzo, y la de Antonio de Guezala, que seguirá hasta el próximo mes de mayo.

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