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Llegó a España hace más de 20 años y se instaló en Asturias por amor (se casó y tiene dos hijos), pero no fue hasta ... mayo de 2023 cuando Tadanori Yamaguchi (Nagoya, Japón, 1970) apareció en Euskadi para plantar cuatro de sus imponentes esculturas en una cantera abandonada de Mañaria, en las estribaciones de Urkiola, en el espacio de arte Angurreta Harrobia, iniciativa del artista Victor Arrizabalaga, que también exhibe allí sus piezas. Allí deberán cumplir tres años de estancia para comprobar cómo el paso del tiempo y el clima hacen de las suyas en la estampación en aluminio que ha realizado sobre la superficie de la piedra, creando superficies poliédricas. De hecho, así se llama la muestra, 'La huella del tiempo'.
Aunque estos días no hace falta desplazarse de Bilbao para contemplar su arte, pues el japonés exhibe varias de sus obras en la galería Lumbreras bajo el título de 'Segunda piel', compartiendo espacio con la muestra de pinturas 'Teepee' del cántabro Alejandro González Osés (ambas hasta el 25 de abril).
Yamaguchi, formado en la Universidad de Arte de Kyoto, empezó como pintor cercano al neoexpresionismo abstracto con un fuerte componente cultural japonés. Sin embargo, pronto derivó hacia la escultura. Así explica su forma de entender el arte: «En mí día a día, me encuentro fascinado por la multitud de objetos que me rodean. Cada uno tiene una historia que contar, una forma única de interactuar con la luz y el espacio. Mi mirada se detiene en sus superficies, en las texturas que invitan al tacto y que varían enormemente, en los detalles que revelan la esencia de sus formas. Algunos son producto de la mano del hombre, mientras que otros son obra de la naturaleza. Cada hoja, cada piedra, cada rugosidad tiene una historia que contar, una belleza intrínseca que merece ser descubierta».
La técnica de calcar la forma de un objeto con una lámina de aluminio es central en el proceso creativo del japonés. «Este acto de 'desollar' el objeto –explica él– crea una especie de huella o rastro de su forma original formando así una especie de 'segunda piel' que revela la esencia del objeto primigenio. El aluminio es aquí utilizado como medio para capturar esa esencia». Su maleabilidad, informa, le permite moldearlo y adaptarlo a las formas orgánicas, «realza las texturas naturales creando un diálogo entre lo natural y lo artificial». Su ligereza y brillo, añade, lo convierten en un material versátil para crear relieves.
Aunque su exploración, dice, no se limita a reproducir formas y texturas, también le interesa la transformación: «Tomo esas 'segundas pieles' de aluminio y las reinterpreto, combino y transformo, permitiéndome extraer el espacio que se encuentra debajo. Es un nuevo lienzo. Puedo doblarlo, cortarlo, modificar su forma creando así nuevas obras que dialogan con el objeto original y su 'segunda piel', que se convierte así en un puente entre el objeto original y una nueva creación».
Según informa la galería, Alejandro González Osés (Santander, 1990) es el tercero de los cuatro artistas que exponen en Lumbreras esta temporada dentro del proyecto 'Joven llama joven'. Graduado en Bellas artes por la universidad de Castilla la Mancha (2016) y máster en pintura por la UPV/EHU (2021), ha participado en numerosas exposiciones colectivas, entre ellas la Muestra Itinerante de Artes Visuales Ertibil-Bizkaia, puertas abiertas Fundación Bilbaoarte y el Certamen de Arte Joven de La Rioja.
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