Dos piezas importantes

Gran noticia la adquisición de una obra de Mariano Fortuny Marsal por parte del Bellas Artes de Bilbao, como también resulta acertada y oportuna su presentación en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, dada la temática de la pintura y la coincidencia a partir ... de diciembre de una muestra en la capital andaluza con piezas de la pinacoteca bilbaína. 'La plaza de toros de Sevilla' es una pintura que no solo refleja perfectamente los valores estéticos y el imaginario creativo de Fortuny –la influencia en su pintura del exotismo orientalista, sus contrastes lumínicos y cromáticos, sus trazos vibrantes y nerviosos, etc…–, sino que además refuerza los fondos correspondientes al siglo XIX del museo bilbaíno e incluso establece una evidente vinculación con algunos de ellos. Me refiero no solo a ese retrato póstumo suyo adquirido en 1965 y que realizó Francisco Domingo Marqués o al dibujo de Fortuny de un marroquí sentado, ambas piezas albergadas en la colección del museo bilbaíno; sino también al diálogo de la nueva adquisición con otras piezas de la época, como por ejemplo las de su cercano amigo Eduardo Zamacois. Una incorporación muy importante a la colección del museo, en definitiva, a la que se añade ese otro retrato de Erik Satie realizado por Ignacio Zuloaga, comprado con fondos del legado de Begoña María Azkue y cuya presentación está prevista a partir del próximo 2 de octubre. El retrato del compositor vanguardista es un testimonio excelente del paso de Zuloaga a finales del XIX por la parisina Academia de La Palette -un centro que conciliaba la libertad y el respeto a la tradición-, que vuelve a Bilbao tras su presencia en la muestra que el Bellas Artes dedicó al pintor eibarrés en 2019.