Un diario pictórico de Joxerra Melguizo en Artium

La pieza que más llama la atención -tanto por dimensiones como por color- es una composición de 870 pinturas sobre tablas de madera. Los dibujos tienen diferentes dimensiones y se extienden por los muros de la sala mediante un patrón que organiza las diferentes medidas. Sin una linealidad temporal ni narrativa concreta, estas pinturas están vinculadas a aspectos emocionales, vivenciales y de proceso. Huyen de la idea de representación del paisaje, y se centran en la reflexión sobre la práctica del arte.

Son formas abstractas, imágenes y textos que han fluido desde 2015 y hasta 2024 en el taller de Melguizo en un caserío a treinta minutos de Vitoria. Obras que dejan a un lado el prototipo de perfección y que en cambio analizan y archivan sucesos cotidianos así como los afectos y la iconografía ligados a ellos.

El artista, como él mismo ha explicado durante la presentación de la exposición en Artium, llevaba 12 años sin exponer hasta que se presentó esta oportunidad. «Me desvinculé del tema expositivo del arte y de todo ese mundillo, y cuando te desvinculas se olvidan de ti. Pero Bea (Beatriz Herráez, la directora del museo) me visitó, me invitó a una conferencia y creyó en mí», ha relatado Melguizo. De aquella conferencia en otoño de 2019 nació esta muestra que tiene sus orígenes en el trabajo cotidiano en el taller del artista. «Allí me dediqué a empezar a hacer, me interesaba el proceso y me dedicaba a trabajar. A veces simplemente comiendo lápices, desgastandolos hasta que no quedaba nada», ha recordado.

De ese proceso creativo en el taller se han aprovechado hasta los restos. Y es que esta exposición incluye una segunda instalación que exhibe múltiples restos de cintas de carrocero utilizadas a la hora de pintar. Estas cintas que ahora se pueden ver en el Artium «inciden en la calidad material, el automatismo y la repetición, trasladando a los muros de la sala algo de lo poético y obsesivo del trabajo en el taller».

Además, Melguizo ha recuperado y actualizado para esta muestra la instalación 'La medida del espacio III' que combina metros de carpintero y una videoproyección de imágenes. Por otro lado, y esto es lo que da la bienvenida al visitante, la muestra presenta parte del archivo de CM2, una galería que Joxerra Melguizo puso en marcha y gestionó entre 1992 y 1996 en Vitoria junto a su compañera de estudio Carmen López Castillo y su hermano Emilio. Este espacio dotó a la ciudad de «un lugar desde el que fomentar el intercambio de opiniones y la acción artística cuando apenas contaba con espacios de visibilización de las nuevas propuestas». Ahora, a través de una selección de carteles, folletos, fotografías y recortes de prensa entre otros objetos, la muestra permite acercarse a la actividad de este espacio de arte que durante su existencia programó cerca de 30 exposiciones y numerosas conferencias y charlas.

Por último, este recorrido por la obra del artista vitoriano se completa con dos obras pertenecientes a la colección del museo: 'Paisaje', de 1995, y 'La medida del espacio', de 1996.