Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
«Cuando estuve en Altamira me di cuenta de cómo aquellos seres humanos aprovecharon el relieve de la piedra para delinear el dibujo del bisonte. Les salió perfecto. Podríamos decir que lo sacaron a la vista. Algo así he querido hacer yo en la naturaleza», ... explicaba Agustín Ibarrola sobre el Bosque de Oma, situado en el municipio de Kortezubi.
Si los habitantes prehistóricos de Santimamiñe, muy cerca de su caserío, habían pintado en su cueva, él lo haría sobre los troncos de unos pinares aledaños a su caserío. Empezó a hacerlo en los años ochenta, una época en la que el artista echaba en falta el reconocimiento a su trayectoria. Pintar sobre una superficie cambiante, rugosa y virtualmente sin fin significó para él una conexión con los orígenes del arte y una liberación.
«Mi padre no fue un gnomo que salió un día a pintar en el bosque», sostuvo Jose Ibarrola, su hijo, en la presentación de una muestra en la Sala Rekalde en 2020 con motivo del 90 cumpleaños del artista. Las razones de sus salidas había que buscarlas en el lenguaje que creó junto a los demás miembros de Equipo 57, un vocabulario de formas geométricas que aplicó a la naturaleza con un resultado de unas 500 figuras.
Ibarrola pintó la mayor parte del Bosque de Oma entre 1982 y 1985. Cuatro años después, la Diputación de Bizkaia compró los pinares a diferentes propietarios por 10 millones de pesetas (60.100 euros en la actualidad) y adquirió la obra de Ibarrola realizada en sus árboles por 4 millones de pesetas (24.000 euros).
Al estar desprotegido frente a las condiciones ambientales, en el verano de 1998 se realizó una primera restauración por un equipo de alumnos de Facultad de Bellas Artes dirigido por la profesora Pilar Bustinduy.
Pero el bosque no sólo sufrió los golpes del viento, la lluvia y el sol. En el año 2000, un grupo afín a ETA apedreó la casa del artista y meses más tarde destrozaron con hachas una veintena de árboles pintados y causaron destrozos en otros 80. En 2001 atacaron un centenar de pinos y en 2003 volvieron a agredir la obra de Ibarrola, que fue restaurada por la Diputación. Entre 2013 y 2015 se llevó a cabo otra restauración, esta vez a cargo de Euskoiker, entidad dependiente de la UPV/EHU, y de Urremendi Landa Garapen Elkartea.
El atractivo turístico del Bosque de Oma fue creciendo. Por su cercanía con Santimamiñe, la visita a los dos emplazamientos se convirtió en un clásico para los turistas. A medida que fue aumentando su éxito, también lo hicieron las aglomeraciones de coches. En el verano de 2018, el párking se desbordaba a diario y los automóviles aparcaban en las campas adyacentes. La Diputación decidió cerrar la arboleda pintada para volver a acondicionar los accesos y cuando se realizaban los trabajos de accesibilidad se detectaron indicios de la llamada «banda marrón», o también «peste de los pinos».
Ante la amenaza de desaparición del Bosque de Oma, se ideó un traslado o migración de las imágenes pintadas por Ibarrola a otro pinar cercano y con buena salud. Coordinado por Fernando Bazeta, profesor de la UPV, el proceso culminó a finales de octubre con la reapertura de la obra, que se compone de 34 conjuntos temáticos -como 'Animales del bosque' o 'Marcha de la humanidad'- distribuidos en más de 800 troncos de árbol.
Noticia relacionada
Teresa Abajo
«Sus paseos por el monte no solo fueron una auténtica terapia emocional en tiempos difíciles, sino que supusieron el hallazgo de un gigantesco marco de operaciones donde poder desarrollar el lenguaje estético que, en su anterior obra, sentía que apenas había podido esbozar», explicaba Jose Ibarrola en un artículo publicado en este periódico.
El Bosque de Oma permanecerá como la obra más popular del artista, un conjunto cuya raíz se halla en sus experimentos conceptuales de los años cincuenta, una de sus etapas más fructíferas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.